El Día del Orgullo es la jornada internacional para rememorar las luchas del colectivo LGBTIAQ+, reivindicar todos los derechos para todas las personas y defender el valor de la pluralidad y la libertad. Este año llega en un momento histórico especial, con un rearme de la ultraderecha a escala global. Esas fuerzas reaccionarias tienen como objetivo prioritario revertir las políticas públicas en favor de la diversidad y las normas en favor de la igualdad. Donde logran el poder, los derechos retroceden. Donde sin ganar logran imponer su agenda, la ciudadanía pierde. El ensañamiento contra las personas trans es intolerable.

En general, se puede decir que Euskal Herria es una sociedad concienciada, con una voluntad igualitaria, una fuerte tradición emancipatoria y una agenda en favor de los derechos. Por supuesto, dista mucho de ser un oasis. El heteropatriarcado rige en esta sociedad y nadie ni nada escapa a ese sistema depredador y enemigo de las libertades. La norma, los mandatos de género, se pueden ensanchar y romper, pueden construirse alternativas y comerles terreno, pero por ahora no se destruyen y apenas se transforman. Conviene celebrar las victorias comunitarias, defender los logros, pero en ningún caso caer en la autocomplacencia. Las discriminaciones en el ámbito laboral, las agresiones en espacios públicos y el estigma social siguen vigentes en la sociedad vasca y provocan que la vida de las personas LGTBI sea más dura. Todo ello supone una injusticia que se ha de combatir a diario.

Además de las luchas históricas, de rebeldías cotidianas, de celebraciones libres y de transformaciones culturales y morales, existe una agenda que las instituciones deben atender. Por ejemplo, hay que seguir legislando en el camino de la ley integral que demanda el Observatorio Vasco LGBTIAQ+. Se debe hacer de forma conjunta con los movimientos sociales que lideran esta lucha. El movimiento por la liberación sexual se juega mucho como para dejar estas fechas en manos del mercado. Tampoco se puede desentender de otras luchas en favor de la igualdad y la libertad. Debe sostener sus alianzas históricas, sobre todo con el movimiento feminista.