2019 URT. 06 - 01:00h Loma negra, la última loma Loma negra. Marko SIERRA Hace 40 millones de años que ocurrió «la segunda orogenia», la segunda generación de montañas tras Urtsuia, la que plegó definitivamente los fondos marinos y levantó la mayor parte de Euskal Herria y Pirineos, la que dividió al país en 2 (y no me refiero políticamente); la que dejó al N la vertiente atlántica y al S la mediterránea. En la N, desde el principio, el desagüe fue fácil, de Muskiz a Baiona un abanico de ríos recogen el agua y buscan una misma meta, el Golfo de Bizkaia. En la S, el panorama fue muy distinto, el desagüe al mediterráneo tuvo problemas. ¿La razón? La cadena costero-catalana, que actuó de tapón cerrando la salida del agua que descendía de los Pirineos. Como consecuencia se formaron enormes lagos, destacando dos en Euskal Herria, uno pequeño en Trebiño, y otro enorme que abarcaba Erribera y Arabako Errioxa y buena parte de La Rioja, Aragón y Catalunya. Para hacernos a la idea, no hay como contemplar la imagen del Meteosat un día anticiclónico con nieblas en Erribera. En el fondo de los lagos, se depositaron sedimentos que los ríos traían del S de los Pirineos y algo también del N del Ibérico durante 15M de años, hasta que el agua oradó un paso al Mediterráneo, a la vez que el lago de Trebiño lo hizo por Haro, empezando un desagüe que duró 10 M de años hasta que las aguas dejaron libre toda Euskal Herria. Desde entonces y hasta hoy, la erosión modela el territorio y en función de la naturaleza de aquellos sedimentos diferenciamos «El Plano», «La Blanca» y «La Negra». La Loma Negra de la Bardena Negra Cuando en invierno en Euskal Herria reina el NO, si queremos huir del cielo negro y ver el sol y el cielo azul, (y de paso comprar buenas alcachofas), no queda otra que acudir al SE, a las Bardenas y de paso conocer esta moderna montaña, mediante este recorrido cómodo y sencillo que por sus características, planteamos realizar en bici de montaña. Junto a la NA126, seguimos la pista principal que en dirección N se dirige al cruce Corral de Bea, (segunda opción para dejar el coche). (0.25h). Encima se eleva Peña del Fraile con restos del castillo navarro ocupado por Santxo Abarka. Siguiendo la traza principal tras alguna revuelta, encontramos un nuevo cruce debiendo seguir al frente en dirección a la Meca, hasta que uno nuevo nos dice que, mejor seguir la brújula, que Mahoma está muy lejos, lo que permite alcanzar las ruinas del cubilar de Agualojero. Situados sobre la cañada de los roncaleses, obviando dos pistas que salen a derecha, atravesamos un pequeño barranco hasta que otro cruce da la opción de salir al frente o girar a derecha. Tomamos la segunda opción de tal modo que la pista corta el barranco, cabalgando sobre él. Omitiendo la pista y las 3 charcas que asoman a derecha, junto a la última, hay una bifurcación en la majada «Juego de la Pelota», donde jugando de derechas, ascendemos y entramos en la Reserva Natural Caídas de la Negra, que alberga el mayor pinar de pino de Alepo de Euskal Herria, hasta el paso de Farrique, donde acaba el pinar y se intercalan cultivos y pastizales hasta las cabañas. (1.30h). Ahí giramos primero hacia el E y junto a una txabola solitaria y fronteriza, al N, bajo la sombra de unos pocos molinos que Aragón a falta de árboles, ha permitido que se planten, aprovechando el trazo grueso de una línea fronteriza hecha a otra escala y que ha dejado un resquicio legal, para colar a estos gigantes. Un nuevo cruce y señalítica esperan nuestra llegada y a la pista proveniente del Santuario de Santxo Abarka. Aquí hay dos opciones. La rápida discurre sin pena ni gloria, por lo que optamos por la derecha, vía principal y vía fronteriza, que discurre junto a los cortados de la Negra. A mano izquierda dominan los cultivos y a derecha en primer plano, desciende un pinar con coscojas, enebros, romeros, en segundo, una llanura, depresión hundida del histórico lago y en tercero en la lejanía, la Sur de los Pirineos, desde Monte Perdido hasta Anso. Serpenteando durante varios kilómetros La pista se asoma sin vértigo a los cortados y serpenteando durante varios kms sus lomas discurre en dirección N, hasta que nuestra vista advierte, que por el N y de izda a dcha, la loma acaba. Es aquí donde la pista hace un giro copernicano, señal inequívoca de la cercanía de la Punta de la Loma Negra. ¿Dónde? De W a E y de S a N, la Punta de Loma Negra es, la última loma. Dicho giro pone en tela de juicio el rigor con el que parece trazarse la frontera oficial entre Nafarroa y Aragón. Con abarkas o sin ellas, si Santxo Abarka levantara la cabeza y viera lo que aquí y ahora Nafarroa abarca, o se llevaría las manos a la cabeza, o moriría de risa o pena. 211m en línea recta, 5,21m de desnivel y una incipiente vegetación arbóreo-arbustiva separan esta Punta, de Nafarroa. (2.05h). Para acceder nos salimos de la pista y nos adentramos en el camino más bello. Ha sido preciso colocar un vértice geodésico de gran altura para abarcar con la vista, lo que la vegetación impide. Por el camino de llegada o su paralelo volvemos a la pista y hacia poniente, recorremos la loma y dejando a derecha una pista descendente, seguimos la pista que alterna almendros, campos de cereal y pastizal, para poder enlazar con un tramo señalado como Cañada Real, que se dirige a las cabañas del Estrecho. Alcanzando las cabañas, con un mínimo esfuerzo llegamos a la cima principal y oficial de Loma Negra de Nafarroa, (2.35h) con vértice geodésico ancho pero bajo, situado 4m por debajo de Punta Negra y 1m inferior a otra sita también en Nafarroa y olvidada. Retrocedemos a las cabañas descendemos por una pista que a los 2km sufre una bifurcación, donde tomando a la izda en descenso poder enlazar con otra, que finaliza junto al cruce «Juego de la Pelota», (3.05h) desde el cual «sólo» resta, sumar más kilómetros para llegar al punto de partida (4.10h).