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Legorre, el corazón del valle de Baretous

Legorre.

Entre el picacho de Auñamendi y las últimas montañas del valle de Baretous, median algo más de dos mil metros de desnivel, con un extremo sur mugante con Nafarroa escarpado donde la nieve reina ocho meses del año, y las suaves colinas norteñas en los límites de la tierras de Olorón. Entre estos dos extremos geográficos se encuentra un escalonado relieve de transición de montañas y profundos barrancos cubiertos de espesos bosques donde priman entremezclados especies frondosas como el haya, el abedul y el abeto.

Legorre es una montaña potente, de gran prestancia si subimos desde el sinuoso barranco excavado por el río Le Vert, por donde discurre la carretera del collado de la Piedra de San Martín hasta desembocar en Areta o Arette. El itinerario arranca de un pequeño aparcamiento, situado en un rellano sobre el puente de Aurèye, entre los kms 7 y 8, a escasa distancia del barrio de La Mouline. Para más detalle a este lugar se llega con un kilómetro de diferencia si vamos por la ruta de Ibañeta y Maule o por la autovía de los Pirineos (A21) a Izaba y el collado de la Piedra de San Martín.

En el fondo del barranco de Abat Aurèye

Una vez en el aparcamiento, tendremos en el fondo del barranco de Abat Aurèye la airosa cumbre de Legorre, cubierta de densos bosques que cubren por doquier el paisaje, de suelo limpio de maleza, a excepción de los helechos, el enebro o acebo, donde raramente penetra el sol. Una pista de tierra al principio llana, discurre bajo un dosel de unidades de avellanos, hayas y arces hasta salir a un cruce de pistas.

El itinerario continúa por la pista de la izquierda, subiendo suavemente junto al caudaloso arroyo, más arriba seguiremos algunos tramos de senda entre la pista y el arroyo formado por el paso de los «beteteros», indicado con unas plaquetas con el número 5, la atractiva ruta de Arette-Isarbe-Piedra de San Martin.

Entre una vegetación frondosa, con el roquedo y arbolado repleto de musgos y líquenes y sonoros riachuelos, iremos sumando metros sin apenas esfuerzo los cerca de mil metros de desnivel de esta montaña. En la tranquilidad de este lugar de un día cualquiera de mayo, tuve el encuentro con corzos dos veces y una reata de jabalíes.

Densidad vegetal

Sin apenas poder situarnos por la densidad vegetal, la antigua pista ofrece la seguridad de seguir hacia la rinconada del barranco, al paso que dejaremos algunos desvíos a la izquierda, el segundo que desciende al arroyo para continuar por la ladera contraria que hemos de ignorar. Justo poco después, un amplio camino herboso con una señal que indica no pasar a los «beteteros» que hemos de ignorar también, Este camino alcanza por el barranco de Abat el cordal de Legorre de Ibarry.

Una vez en un obligado paso a la orilla contraria de la regata, la pendiente se estabiliza hasta dar con la rinconada del barranco, lugar donde la pista realiza un giro a la ladera contraria, donde tras numerosas lazadas, ignorando los desvíos de la izquierda, con escasos momentos para visualizar el majestuoso monte Sodou, daremos con una pista de grava. Una placa amarilla indica las direcciones de la Ruta 5.

Seguiremos por la derecha esta pista que lleva por la izquierda al Plateau de Chousse, en la carretera de Areta-Arette. El bosque se abre un poco haciendo visible situar la proximidad de la boscosa cumbre de Legorre. Llaneando bordearemos bajo la depresión abierta entre Legorre a la derecha y Benou en el lado contrario.&hTab;

Tras pasar junto un cargadero de madera en una curva de la pista, abandonaremos la pista en la siguiente curva que sigue flanqueando la cara norteña de Legorre, jalonada con las señales de la Ruta 5 de btt. Una traza de camino nos introducirá por una vaguada boscosa, girando a media ladera hacia la derecha hasta salir al doble raso de Camp de Larruga (1197 m.), al pie de la cumbre de Légorre, hasta donde llegan dos pistas proveniente del cercano cordal de Isarbe y otra del barranco de Ibarry. La vista se abre hacia el altiplano calizo de Larra presidido por los picachos de Auñamendi y Arlas.

Entre un arbolado más disperso, en contraste con la cara norteña, solo nos restará elegir el mejor sendero que gana la rocosa cumbre de 1.359 metros de altitud. Pese a la presencia de algunos árboles, la posición de esta montaña ofrece una panorámica extraordinaria que sintetiza los tres escenarios del valle de Baretous: la alta montaña presidida por la pirámide de Auñamendi, los grandes bosques de una intrincada geografía y cumbres coronadas por peñascos, y las onduladas tierras de la llanada, salpicada por los pueblos de Areta, Aramitze, Lanne...