GAIAK

Las ardillas recurren a técnicas propias del parkour para evitar caídas peligrosas

Las ardillas realizan cálculos complejos en fracciones de segundo y utilizan sorprendentes estrategias propias del parkour para evitar caídas peligrosas, según asegura un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Berkeley y que ha publicado la revista ‘Science’.

Un ardilla demuestra sus habilidades pasando por la parte superior de una verja en Berlín. (David GANNON/AFP)

Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Berkeley asegura que las ardillas recurren a técnicas propias del parkour para evitar caídas peligrosas. Esperan que estas investigaciones puedan ayudar algún día a desarrollar robots más ágiles.

Los expertos construyeron carreras de obstáculos para entender mejor la manera en que las ardillas ajustan sus movimientos en pleno vuelo para evitar caídas mortales. Y descubrieron que, en ocasiones, lo hacen de una forma parecida a la que se emplea en la disciplina urbana para franquear obstáculos de forma acrobática.

«Las ardillas tienen una combinación de características que las vuelven muy interesantes. Por un lado, están su naturaleza acrobática, biomecánica y músculos poderosos, que usan para realizar saltos de varias veces su tamaño», explica Nathan Hunt, autor principal del estudio. «Y por el otro, sus capacidades cognitivas. Tienen una muy buena memoria. Son muy creativas y buenas para encontrar soluciones», añade.

El equipo de investigadores usó cacahuetes para atraerlas. Unos pedazos de madera fueron instalados para simular ramas de árboles, obligando a los animales a saltar desde varias distancias para recibir su recompensa.

Los científicos querían observar la forma en que las ardillas toman decisiones frente a una situación comprometida, como acercarse al borde de un perchero para reducir la distancia por saltar, lo que comprometía su estabilidad y reducía su fuerza de propulsión, ya que la plataforma se volvía inestable.

El resultado fue que las ardillas prefirieron lanzarse desde la base, sobre todo cuando las ‘ramas’ eran menos rígidas. La flexibilidad de las ‘ramas’ terminó siendo seis veces más importante en su decisión que la distancia por franquear.

Ninguna ardilla se cayó durante el experimento gracias a diferentes estrategias y a sus garras afiladas.

Rebotar desde un muro

La innovación más sorprendente fue que para los saltos más difíciles, en lugar de apuntar directamente al objetivo, las ardillas se servían del muro lateral como etapa para «rebotar», como si usaran una técnica de parkour, la disciplina que popularizaron los Yamakasi en el Estado francés en la década de 1990.

Cuando las ardillas son cazadas por aves rapaces, su huida puede depender de unos centímetros, lo que explica probablemente su gran agilidad, según Hunt.

«Es curioso publicar este estudio, porque la gente observa directamente a las ardillas en su jardín», dice. Y él mismo no puede evitar tener otras ideas de experimentos por llevar a cabo al observarlas, confiesa.