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Abre sus puertas la Feria del Jamón en Baiona

Desde este viernes y hasta el domingo los amantes de la parte más exquisita del cerdo podrán degustar el manjar acudiendo a la Feria del Jamón de Baiona, que llega a su 558 edición tras la ausencia marcada por la covid.

Una productora ofrece una porción del preciado jamón de Kintoa. (Bob EDME)

La cita con el jamón ha regresado a Baiona y lo ha hecho en un ambiente inmejorable. Buen tiempo, compradores motivados y un anuncio de fin de semana con sabor a los de antes.

Con todo, para entrar en la carpa blanca instalada en Xaho kaia hay que enseñar el pasaporte sanitario o en su defecto hacerse un test in situ.

La Cofradía del Jamón de Baiona, que vela por la tradición, ha saludado, en el acto de apertura de la 558 edición de la feria, que se ha desarrollado esta mañana en presencia de las autoridades de la ciudad, que este año se haya podido retomar con una costumbre, la de hacer degustar a los residentes en la capital las delicias producidas en las zonas rurales que se remonta a la época medieval.

Para los amantes de la historia, en el Museo Vasco está abierta una exposición con carteles y otros materiales que permiten echar la vista atrás sobre un mercado que atrae cada año a miles de visitantes.

De normal la feria se desarrolla en Semana Santa, pero tras la suspensión de la edición 2020, no se ha querido esperar más para desgustar los mejores productos.

Ha sido Mayi Leglisse, de Bastida, la productora que ha ganado la más alta distinción de calidad. Es la tercera vez que recibe ese galardón. Todo un reconocimiento al trabajo bien hecho.

La feria ha tenido que adaptar su formato, para compatibilizar gula y salud. Una docena de productores se han instalado en la esplanada Roland Barthez. Y a partir de las 20.00 no se autoriza a bares y restaurantes a prolongar el ambiente festivo colocando música o barras exteriores.

Una feria que en vez de cuatro días se desarrollará en tres, y que privilegia el horario diurno, para que nadie tenga la tentación de tomarse este largo fin de semana de mercado como un aperitivo de las Fiestas de Baiona que, Rey Leon mediante, llegarán el próximo verano.