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Un análisis de saliva detecta los tipos de migraña y permitirá mejorar el tratamiento

Un estudio del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha revelado que existen dos tipos de migraña: las que liberan la proteína CGRP y las que no. Con la medición de esta proteína, vía saliva, se podrá mejorar el tratamiento de cada paciente.

Una sanitaria del Hospital Vall d'Hebron habla con una paciente. (HOSPITAL VALL D´HEBRON)

Un estudio del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha dado con un análisis de saliva que permite determinar qué tipo de migraña sufre cada persona, lo que abre la puerta a poder aplicar en el futuro un tratamiento más personalizado y eficaz.

La migraña es una enfermedad para la que no existen biomarcadores que se puedan utilizar para el diagnóstico de la enfermedad o para la predicción de la eficacia del tratamiento. Durante un ataque de migraña, se libera un péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP, por sus siglas en inglés), un tipo de molécula que constituye una diana terapéutica mediante fármacos que la bloquean, pero que no resulta efectiva en todos los casos.

El grupo de Cefalea y Dolor Neurológico del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha medido los niveles de esta proteína en saliva durante la migraña y, en consecuencia, ha concluido que existen dos tipos de migraña: aquellas en las que aumenta el CGRP y aquellas en las que no incrementa.

Los resultados del trabajo que ha publicado la revista ‘Cephalalgia’, contribuyen así a describir la migraña a nivel molecular y entender las diferencias entre individuos. En la investigación participaron 22 mujeres con migraña esporádica y otras tantas sin dolor de cabeza, de entre 18 y 65 años, y se les realizó un seguimiento durante 30 días.

El primer día, se les tomó una muestra de sangre y, durante el resto del mes, las participantes tuvieron que coger muestras de saliva cada mañana y cada vez que sufrían un ataque de migraña. Las muestras de saliva han demostrado ser efectivas para controlar la evolución de los niveles de CGRP, además de la ventaja que supone ser una prueba menos invasiva que una analítica de sangre y que permite hacer una monitorización de la migraña a lo largo del tiempo.

En total, se pudieron estudiar 49 ataques, que sirvieron para comparar los niveles de CGRP entre las mujeres control y las mujeres con migraña esporádica. Los resultados mostraron que, pese a haber grandes diferencias entre personas, de media, los niveles de la proteína eran casi el doble en las personas con migraña. Por lo tanto, los investigadores han demostrado que los niveles aumentan durante el ataque y vuelven a disminuir una vez ha pasado.

Otro de los hallazgos es que los cambios en los niveles de CGRP durante la migraña no se veían claramente en todos los ataques: los investigadores identificaron que esto sucedía en el 79,6 % de los episodios, pero en cambio un 20,4 % no dependían de CGRP.

«Este estudio permite comenzar a describir la migraña a nivel molecular y entender las diferencias entre individuos, lo cual puede ayudar a establecer una clasificación basada en la biología molecular y nos acerca hacia un futuro de medicina de precisión», ha destacado la doctora Alicia Alpuente, especialista del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d'Hebron e investigadora del VHIR.

A continuación, Alpuente ha añadido que si se entiende la fisiopatología de la migraña, en el futuro se podría «ofrecer un tratamiento personalizado adecuado en función de las características de cada paciente».