2022 MAR. 05 - 16:00h Festival Musika-Música: El poder curativo de la naturaleza en tiempos de guerra En las noticias suenan tambores de guerra, asoman rostros de desplazados, ciudades destruídas; sobre el escenario, la música canta a la naturaleza, esa que también peligra con el calentamiento global. Dentro del Euskalduna, belleza y descubrimientos; fuera, llueve. Estamos en Musika-Música. La Orquesta Sinfónica de Bilbo y la Sociedad Coral bilbaina, tras interpretar ‘Las estaciones’ de Haydn. (Monika DEL VALLE | FOKU) Amaia Ereñaga BILBO 11 de la mañana, sábado, en una de las salas del palacio Euskalduna de Bilbo suena Mozart (Cuarteto número 17, ‘La caza’), interpretado –qué bonito, qué sutil y me dicen que no tiene nada que ver con la caza– por el Cuarteto Modigliani. Esta formación francesa poco después se ‘transmuta’ en otra cosa: una orquesta de diez músicos de primer nivel –entre ellos, los hermanos malagueños Víctor y Luis del Valle; un dúo de pianos impactante– jugando desde el escenario y el patio de butacas con el público en ‘El carnaval de los animales’, de C. Saint-Saëns. Esto es Musika-Música, el festival de música clásica que se celebra hasta este domingo en Bilbo. Un total de 70 actuaciones, de una duración de 45 minutos cada una (empiezan a las 11.00 y terminan aproximadamente a las 21.00) y que se desarrollan principalmente en tres salas, el auditorio y el hall del palacio Euskalduna, aunque el festival se extiende a más sedes de la ciudad: la Alhóndiga –dedicada al público familiar, con actividades dirigidas a los niños–, Bizkaia aretoa y el Teatro Arriaga. En el Arriaga arrancó precisamente, la noche del viernes y con un minuto de silencio por los habitantes de Ucrania, está edición que, si no fuera por la situación de inestabilidad internacional, podría haber sido la del inicio de la vuelta a la normalidad. Se aprecia un progresivo regreso del público internacional –grupos de franceses, principalmente– y un cambio en la forma de concebir el festival: hasta ahora cada edición se dedicaba a un autor; a partir de este año, serán festivales temáticos. A descubrir Este 2022, la protagonista es la naturaleza, con un recorrido histórico por la música inspirada en ella, desde el Renacimiento hasta la actualidad. La oferta es extensa, barata (las entradas están entre las 3 y los 12 euros) y permite pegarse una ‘panzada’ de tres conciertos de primer nivel en una mañana. Un ejemplo: del ‘Carnaval de los animales’ de Saint-Säens, si eres afortunada puedes saltar a ver a la pianista Judith Jauregi –tenía el cartel de ‘sold out’ desde hacía días– o meterte al tuntún en otra sala y descubrir a la Bayerische Kammerphilharmonie, una original e impactante orquesta de Augsburgo dirigida por Gabriel Adoran. Y de allí, al auditorio, donde se concentran los conciertos de grandes orquestas vascas y estatales: formaciones como Euskadiko Orkestra (el sábado, a las 20.30, con ‘La canción de la Tierra’, de Mahler), la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (este domingo con dos citas, a las 12.30 y 19.45, esta última con Judith Jauregi y Rafael Aguirre como solistas con ‘El concierto de Aranjuez’ y las ‘Noches en los jardines de España’, de Falla) o la Orquesta Sinfónica de Bilbo. De centenario muy joven Esta última es precisamente otra de las grandes protagonistas de esta edición del festival, no en vano este año celebra su centenario. Lo ha hecho esta vez a lo grande, con los dos grandes oratorios de Haydn –‘La creación’, interpretada el viernes, y ‘Las estaciones’, este sábado al mediodía–, acompañada por la Sociedad Coral de Bilbo, bajo dirección de Robert Howarth. Ambos oratorios fueron compuestos cuando el músico pisaba los límites de la ancianidad. Pese a todo son geniales e intensos e, incluso, jóvenes. En ‘Las Estaciones’ (Die Jahreszeiten), Haydn abandona la visión religiosa y la Biblia, para centrarse en los seres humanos. A través de la vida de Simón, un campesino, su hija Hanna (Alicia Amo, soprano y violista también surgida de Musikene) y un joven, vemos pasar los días y las estaciones. Una oda a la naturaleza, densa, intensa, que te obliga a tener los sentidos atentos. Más cosas a las que estar atentos: el debut, también el sábado, de la orquesta de estudiantes de la universidad (EHU orkestra sinfonikoa) y el programa Kantamundi, una iniciativa con el objetivo de crear una red de coros en Bizkaia. Sitios curiosos: la zona del palacio Euskalduna denominada Kiosko, donde este domingo hay tres actuaciones de conservatorios –el Francisco Escudero y el municipal de Barakaldo, entre ellos–, las charlas sobre la música en el cine que tienen lugar todos los días...o, para relajarse, meterse entre las plantas en la instalación que, en la Alhóndiga, reproduce los sonidos de la naturaleza al ritmo de ‘Murmullos del bosque’ de Wagner.