2022 MAR. 28 - 15:52h Las personas celíacas tienen un sobrecoste de unos 860 euros al año, según un estudio La dieta sin gluten es, para algunas personas, una opción, pero para otras muchas, una obligación. Los productos aptos para personas celíacas son más caros, lo que supone que deban gastar 71,64 euros más al mes al llenar su carro de la compra. Los productos elaborados a base de trigo suelen tener su versión sin gluten, más cara. NAIZ La dieta sin gluten supone un sobrecoste de 859,68 euros al año, según el informe de precios correspondiente a 2022 de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, en el que se estudia cuál es el coste aproximado de los alimentos precisos para una dieta sin gluten. Para ello, la entidad ha calculado la diferencia de precio existente entre los productos consumidos por una persona celíaca y por una persona no celíaca, en base a una dieta de 2.000 kilocalorías. Según los resultados obtenidos en el mismo, se deduce que el seguimiento de una dieta sin gluten conlleva un gasto adicional y extraordinario en la alimentación de las personas celíacas de 71,64 euros al mes y, por tanto, de 859,68 euros al año. A pesar de seguir presentando una diferencia de precio considerable, por los resultados de los estudios que ha realizado en los últimos años, la asociación ha observado un descenso significativo en la diferencia de precios de estos productos comparados con sus homólogos con gluten, en parte por la mayor demanda ante la moda de la ‘dieta sin gluten’, y al hecho de que las marcas blancas los hayan incorporados en los lineales de la mayoría de los supermercados. Tal y como critican desde la asociación, las personas que han de soportar estos gastos extraordinarios no reciben ningún tipo de bonificación ni subvención estatal, ni de otra institución pública o privada que pudiera ayudarles a hacer frente a los gastos referidos. Solamente algunos organismos, tanto públicos como privados, conceden a sus trabajadores una pequeña ayuda económica en este sentido. Sí se contempla dicha ayuda en la mayor parte de los países de la Unión Europea, entre ellos Austria, Italia, Irlanda, Finlandia, Estado francés, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia o Suiza. En este sentido, recuerdan que el 80% de los productos manufacturados pueden contener gluten: embutidos, turrones, chocolates, salsas, tomates fritos, postres lácteos, condimentos, entre otros. Además, los productos considerados como básicos en la dieta de cualquier persona, como el pan, la harina, las galletas, pastas italianas, entre otras, tienen que ser sustituidos por productos especiales sin gluten, de venta en herbolarios, farmacias, tiendas especializadas o secciones de dietética de grandes superficies, cuyo precio es mucho más elevado que los elaborados con cereales que contienen gluten. Campaña ‘Sin gluten y sin fraudes’ Además, desde la asociación se ha tenido conocimiento, gracias a sus socios, de algunos casos de precios abusivos, por ejemplo, en cafeterías de hospital, donde se cobra por productos sin gluten envasados hasta 4 veces más de su precio en supermercados. Por eso, se ha puesto en marcha la campaña ‘Sin gluten y sin fraudes’, con la que la asociación está recogiendo testimonios de pacientes celíacos que hayan vivido situaciones similares para reivindicar precios más justos en los productos sin gluten. Para ello, ha habilitado un formulario donde los usuarios pueden contar su experiencia. Las personas afectadas por la enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca están obligadas a seguir un régimen estricto, totalmente exento de gluten durante toda la vida. La ingesta de pequeñas cantidades de gluten, de una manera continuada, aunque el paciente no presente síntomas, puede causar trastornos importantes y no deseables