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Simona Levi
Activista y autora de ‘Digitalización democrática’

«Internet no es tóxico, lo son las grandes productoras de algoritmos adictivos y agresivos»

La activista Simona Levi presenta ‘Digitalización democrática’, en el que ahonda en la necesidad de transformar el ecosistema digital, quebrar los oligopolios y cambiar la acción institucional. Sugiere que la UE impulse un email público y la ayuda financiera a Firefox para contrarrestar a Google.

Simona Levi. (NAIZ)

Se puede desconocer quién es Simona Levi pero casi nadie ignora uno de sus hitos profesionales con más repercusión: ella encabezó el grupo de activistas ciudadanos que impulsó en 2012 la investigación del caso de las tarjetas black de Rodrigo Rato, que acabó con su encarcelamiento.

Nacida en Torino, se fue de Italia a los 18 años y vivió en Francia, Suiza, Países Bajos y Reino Unido, pero su verdadero amor y hogar se llama Barcelona. «Me fui de País porque tenía un novio violento y me tuve que escapar, harta de vivir ahí. Me vine a Barcelona casi de casualidad, porque una amiga me ayudó en esa situación. Y enseguida me sentí como en casa», comenta. Tanto que renunció a su ciudadanía italiana para tener la española porque ambos países no tienen tratado de binacionalidad.

De origen actriz y directora, hace más de dos décadas viene dedicándose al activismo por una democratización del ecosistema digital. En 2017 la revista ‘Rolling Stone’ la eligió como una de las 25 personas que transforman el futuro por ser fundadora de Xnet, una plataforma que ve a internet «como una oportunidad para mejorar la democracia, no solo como herramienta sino como estructura mental».

En entrevista con GARA, Levi critica a las grandes plataformas que según ella «enganchan» a la gente con «algoritmos agresivos» para llenarse los bolsillos y critica a los «señoros» que oligopolizan el mundo digital, algo que cree urgente modificar, para lo que pide una fuerte intervención de la Unión Europea.

Wikipedia dice que usted es una «estratega tecnopolítica». ¿Y eso?

Sí, creo que la Wikipedia lo ha pillado de la bio que tengo en mi web. Yo lo que hago bien es esto, pensar dispositivos de la sociedad civil, he fundado cosas raras, desde un partido friki a hacer causas contra banqueros. Yo lo que sé es diseñar acciones para catalizar a la sociedad civil y obtener resultados y siempre utilizo la tecnología. Lo de tecnopolítica es una definición que defiendo para mí misma, sí.

Trabajó para el expresidente de la Eurocámara, David Sassoli, y le gustó su aportación tanto que le pidió hacer un documento oficial para proponerlo en la UE. ¿Es así?

Sí, yo era su asesora en el ámbito digital y entonces le escribía discursos, le daba opiniones sobre temas digitales y esto hizo acercásemos posiciones. Él era un hombre muy atento, curioso y muy demócrata, de verdad, y yo creo que digo cosas bastante lógicas, porque lo que defendemos es bastante obvio. Él vio que lo teníamos sistematizado y entonces me pidió escribir el documento para explicar que tenemos un camino y así salió un informe oficial de 180 páginas, que condensa todo el activismo que hemos hecho en el ámbito digital y lo que estamos pidiendo. Se publicó bajo su encargo personal en la oficina de publicaciones del Parlamento. Desgraciadamente falleció inesperadamente.

Ese documento explica qué es lo que nos pasa; una digitalización basada en las big tech, y que no es la única manera de digitalización posible; que hay dejadez en las instituciones por haber permitido esto, lavándose las manos, dejando que empresarios hicieran el trabajo que ellas deberían haber hecho; que para que una digitalización sea democrática el software debe ser auditable y asegurar que el código respete los derechos humanos.

«Una digitalización basada en las ‘big tech’ no es la única posible, hay dejadez en las instituciones por haber permitido esto»

 

No podemos permitir un código opaco en servicios esenciales, además de que ya existe todo el código que podría hacer este trabajo, no hace falta inventar ninguna rueda. Solo habría que hacer una inversión de un millón de euros por sector para tener el código público europeo para las administraciones. Y por código me refiero al diseño del software. Esas herramientas sustituidoras ya existen, como por ejemplo Wordpress. Lo que se necesita es que haya inversión pública y que la gente las escoja.

Dice que hay un 10% de políticos que merecen la pena. ¿Ha trabajado con muchos que la decepcionaron?

Llevo 40 años de activismo y me he reunido con muchísimos políticos. Yo pensaba que las instituciones eran chungas, y luego aprendes que para conseguir las cosas debes jugar a todos los niveles, organizarte como sociedad civil, golpear las puertas de los políticos, hablar con servidores públicos, etcétera. Los políticos nunca pringan y siempre pringa alguien en su lugar, la tendencia del sistema es no moverse, todo lo que cambia o se mueve para ellos puede ser peligroso. Culpo a los políticos porque son los responsables y una vez en el lugar no se atreven a cambiar nada. En todo esto hay un 10% de valientes, en mi experiencia, que con esfuerzo titánico están cambiando algo las cosas. Pero no podemos seguir con un sistema que fomenta y premia el inmovilismo, no funciona nada así. Necesitamos optimizar y ampliar este 10%.

Yendo a lo técnico, ¿qué es una digitalización democrática?

Varias cosas. Primero, es verdad que los propietarios de las grandes plataformas se benefician si nosotros estamos enganchados a sus productos y además lo que nos engancha más son las cosas violentas, de ira, el odio, etc., y estamos permitiendo que el discurso público, nuestra conversación publica y privada, sea modulada y direccionada para que unos vendedores de productos se forren con la publicidad por tenernos enganchados a muchas cosas así.

Esto es algo que se puede evitar, es como el tema de la nicotina, que al principio todo el mundo fumaba y era glamouroso y poco a poco se supo que era cancerígeno y se fue dejando bastante. Las instituciones permiten unas ganancias sobre productos tóxicos. Lo que es tóxico no es internet, para nada, lo que es tóxico son estos grandes productores de algoritmos adictivos y agresivos.

«Hacen falta herramientas que puedan ser auditadas, software libre. Es como el motor de un coche; igual no puedes arreglarlo, pero es importante poder verlo»

 

Otra cosa: cuando nosotros operamos en una nube que no es nuestra nube, a la que podemos entrar y ver qué sucede con los contenidos y datos, estamos perdiendo nuestra intimidad. Es como si cogieran nuestras fotos íntimas sexuales y las lleváramos a casa de Google, se cerrara la puerta y solo pudiéramos pedir a través de la puerta verlas. Para que esto no suceda tenemos que tener herramientas que puedan ser auditadas, software libre.

¿Cómo es eso de poder auditarlo?

Es como el motor del coche. Puedes no saber arreglarlo pero el hecho de que puedas ver el motor es importante, aunque no puedas arreglarlo. Si fuera totalmente cerrado tendrías que ir a la misma empresa fabricante y solo ellos podrían arreglarlo y entonces podrían mentirte sobre el diagnóstico. Auditar significa que podamos abrir el motor y decidir quién lo puede arreglar.

Actualmente hay un monopolio consentido y fomentado por las instituciones. Teniendo en cuenta que los monopolios están prohibidos, yo veo un comportamiento contrario a la legalidad. Se habla siempre de Google Amazon Apple y Microsoft y estos son señoros, ni siquiera son un consejo de administración. Twitter es directamente un hombre, Elon Musk baja y sube el tono de la conversación política como quiere.

Usted critica que toda la comunicación de Europa pase por un solo centro, que es Gmail, y en su libro recomienda que la UE impulse un correo electrónico para cada persona con fondos públicos. ¿Cómo?

Sí, hay un capítulo de eso en mi libro. El caso del email es el más flagrante porque es la puerta de entrada que han usado tanto Microsoft y Google para que utilicemos todas sus herramientas. Te dan correo gratuito con cloud y funcionas todo en su plataforma y es la puerta de entrada al dumping que hacen. Estamos en la era de las redes, internet es una red entre pares, entre puntos, es absurdo que nuestra comunicación deba pasar por la centralita de Gmail cada vez que nos queremos comunicar. Esto no responde a una necesidad de dominio. Ahora esto podría ser descentralizado y explico detalles en el libro de cómo se podría hacer para tener un correo cada uno.

«Hoy todo pasa por la centralita de Gmail: hemos perdido que nuestro correo esté en nuestra casa y en ningún lugar más»

 

Si la policía quiere tu correo, antes tenía que tener un mandato; hoy basta que pregunte a Gmail. Hemos perdido el hecho de que nuestro correo esté en nuestra casa y en ningún lugar más. Proponemos que no pase a través de la central de Google sino una red par a par, comunicándonos con protocolos descentralizados y que se reciba el correo sin mediador.

Usted propone que la UE compre el buscador Firefox. ¿Por qué?

Cuando nace Firefox de Mozillia tiene como objetivo la preservación de los derechos, es lo que queremos en cuanto a gobernanza de las herramientas. Pero ahora el 80% de sus ingresos viene de su contrato con Google, que es a su vez su principal competidor. Esto no debería estar consentido, en un mercado en que tanto hablan de libertad. Basta que Google quiera para que pueda cerrarlo. Por eso creo que habría que hacer público Firefox y asegurar su viabilidad. El software libre permite que pueda poner dinero y trabajo cualquiera, desde un desarrollador individual a pequeñas empresas hasta los estados. No queremos quitarle Firefox a Mozilla sino que la inversión le permita ser autónomo y no depender de Google.

Ahora todo el mundo habla de la IA. ¿hacemos bien en temerla? ¿Qué riesgos plantea?

Pienso que como todas las tecnologías, se le puede tener miedo pero cuando se habla solo del miedo es un problema. Una vez que decimos que el fuego es peligroso, podemos ver todo lo maravilloso que podemos obtener del fuego. La narrativa del miedo tienen como función alejar a las personas de su autonomía.

«El problema nunca es la tecnología sino el poder, y cómo usa esas tecnologías»

 

Hay un problema de monopolio, eso sí, me preocuparía de que la IA sea un monopolio, hay un desarrollo de software libre en IA que está contrarrestando muy bien, pero las instituciones una vez más se alían con unos pocos.

En cada etapa de la historia hubo herramientas de propaganda. El problema nunca es la tecnología sino el poder, y cómo usa estas tecnologías. Siempre ha habido comunicación fabricada por el poder y la seguirá habiendo.