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PANORAMIKA

Movimiento


Dentro de un mundo regido por la dictadura del beneficio económico, es aún más importante entender el arte contemporáneo como un espacio reservado para la inestabilidad. El acto creativo es una responsabilidad que atañe a aquellas personas que lo ejecutan y al público que lo recibe. Este debe ser incómodo para evitar así apoltronarse en espacios de dominación astutamente tejidos por las estructuras de poder. El movimiento continuo aparece entonces como garante de nuevas propuestas que posibilitarán la formación de miradas y sentires más críticos y menos pasivos. El diálogo del arte está conformado por múltiples roles que completan caminos y recorridos, es nuestro papel ser conscientes del nuestro para poder aportar un halo de esperanza a una cultura cada vez más dirigida y controlada. Contra la quietud, el arte apremia con el siguiente paso a seguir, el nuevo espacio común donde obra y mirada volverán a encontrarse.

A finales de octubre la galería Kalao Panafrican Creations de Bilbo presentó por primera vez en Euskal Herria una exposición individual de Amadou Tounkara (Senegal, 1973). Un amplio abanico de países como Japón, Bélgica o el Estado francés ha disfrutado de su proceder multidisciplinar en el que tiene cabida el diseño gráfico, la performance, el textil o la pintura. En esta ocasión, y hasta el 30 de diciembre, una colección de pinturas de reciente creación convive bajo el título de “Transición”.

Es, sin duda, una apuesta por un protagonismo generacional embarcado en un convulso periodo social cuya esperanza se encuentra en el trabajo por un futuro más solidario y humano. A través de puertas, ventanas, figuras y formas abstractas, la pintura que nos propone aparece plagada de movimiento y colores vivos, casi toscos, que rebosan energía y personalidad. Estos lienzos inciden en un periodo intermedio, un tiempo de cambio hacia un futuro incierto que se aproxima sin contemplación alguna.

Por último, y como una etapa más del programa Barriek 2016, la sala Rekalde de Bilbo expone hasta el 8 de enero “Stripped” de Amaia Gracia Azqueta (Iruñea, 1985). En una propuesta eminentemente escultórica en donde los materiales y las formas hilvanan la columna principal de la muestra, la joven artista sale de la tónica de sus proyectos anteriores para zambullirse sin miramientos en un trabajo más introspectivo e íntimo. Las piezas insinúan fragmentos de cuerpo representado por curvas de aspecto orgánico, adquiriendo bajo su condición de objeto un protagonismo evocador de texturas apoyadas por imágenes que representan partes de su propio cuerpo. La disposición en el espacio expositivo permite conservar un carácter de trabajo de taller en pleno proceso, de conexiones intuitivas no del todo decididas pero que, sin duda, son capaces de sustentar esta sugerente propuesta de instalación sobre la sala.