7K - zazpika astekaria
SALUD

Dietas basadas en el ADN: ¿Son fiables?


S i hablamos de dietas para adelgazar, lo último que se ha puesto de moda son los régimenes que tienen en cuenta el perfil genético. Existe un sinfín de empresas que prometen ayudarte a conseguir tu peso ideal a través de un test de este tipo. Los que promueven esta prueba refieren que, a través de la misma, es posible saber qué tipo de dieta de adelgazamiento es la más efectiva para cada persona.

Pero, ¿cómo funcionan estos test? La dinámica sería algo así: se compra un kit por unos 200 euros con el que se extrae sangre para la determinación de seis genes. Hoy en día, sabemos que los genes que están relacionados con la obesidad son alrededor de unos 300; por lo tanto, analizar solo seis genes de 300 me parece, cuanto menos, bastante limitado o sesgado como para poder darnos un resultado significativamente objetivo.

Pero además, con el kit viene un cuestionario en el que te preguntan algunos datos antropométricos como peso y talla. Después, te mandan la dieta supuestamente personalizada en base a los datos obtenidos que, por lo que he podido saber, es más bien un régimen basado en consejos nutricionales de lo más general.

También hay empresas que realizan este tipo de test en sus instalaciones. Pero, ¿son fiables los resultados de estos test genéticos? Es cierto que hay empresas con tecnología más y menos avanzada, pero, no obstante, los test “baratos” y rápidos de ADN, aunque nos darán resultados, no serán ni concisos ni estarán supervisados por un equipo completo, algo vital si dichas conclusiones van a tener implicaciones en nuestra salud. Y lo que de verdad importa es si estos test sirven para decirnos de forma individualizada cómo y qué debemos comer.

Hasta ahora sabemos que hay bastantes factores hormonales y neuronales relacionados con el control del peso corporal que se regulan genéticamente, como pueden ser las señales de la saciedad, el número y tamaño de las células grasas y su distribución corporal, que vienen determinados genéticamente. Pero lo cierto es que la expresión de estos y otros genes está determinada por factores medioambientales. Por tanto, una cosa es que tengamos ciertos genes y otra distinta que se expresen. Lo que determina que algunos se expresen o no depende de factores como la dieta, el tabaco, el alcohol, el sedentarismo... En segundo lugar, se han realizado algunos estudios que sugieren que hay variantes genéticas que indican qué dieta (baja en grasas o baja en carbohidratos) es mejor para cada persona. Sin embargo, no hay evidencia de ningún tipo que relacione esas dietas personalizadas con la pérdida de grasa.

Pero, por si quedaba alguna duda, ahora un equipo de la Universidad de Stanford, a través de un estudio llamado “Dietfist” ha investigado el asunto (gastándose ocho millones de dólares) y ha concluido que este tipo de dietas no sirven de nada.

Para llegar a estos resultados, la metodología del estudio fue la siguiente: se pautaron dietas saludables (algunas bajas en grasas y otras en carbohidratos) aleatoriamente a 609 adultos con sobrepeso, a los que además se formó en lo que significa una dieta saludable durante 22 horas. Después, el equipo de investigadores estudió el perfil genético de los participantes. La conclusión de este trabajo es que, si se siguen las dietas correctamente, la pérdida de peso es igual independientemente del perfil genético.

De modo que, aunque se están haciendo grandes avances en el terreno de la genética aplicada a la nutrición, el tratamiento de la obesidad a partir de un estudio de esta clase está aún en fase de investigación y los perfiles genéticos que se encuentran en el mercado solo sirven para sacarnos el dinero. Por esto, y hasta que podamos contar con la nutrigenética como herramienta fidedigna, deberíamos hacer más caso a la dieta que normalmente tenemos y la que deberíamos tener pues, como decíamos, los efectos de los factores genéticos están supeditados a nuestros hábitos diarios.

Honi buruzko guztia: SALUD