«Downhill»

En principio, el estreno en salas de cine de “Downhill” (2020) estaba anunciado para el viernes ocho de mayo pero, tal como están las cosas, es lógico pensar que en su compañía Twintieth Century Studios tendrán previstos otros planes de emergencia para su difusión internacional. Se retrase o no, es una propuesta interesante de ver, por lo que de comparativa cultural ofrecen los remakes anglosajones de películas nórdicas, con todas sus marcadas diferencias entre continentes. Y más aún en el caso de una obra tan personal como “Fuerza mayor” (2014), reconvertida ahora en una dramedia, lo que quiere decir que a su origen dramático se le añaden elementos de comedia, dispuestos para explicitar lo que en la realización sueca de Ruben Östlund era sutil ironía y mucha crítica social de fondo.

Por algo Östlund es el alumno aventajado del maestro del cine sueco Roy Andersson, del que ha heredado su personalísimo sentido del surrealismo y del humor cocinado a baja temperatura. El reconocimiento fuera de su país se lo debe precisamente a “Fuerza mayor” (2014), con la que en el festival de Cannes, y dentro de la sección Un Certain Regard, ganó el Premio del Jurado. En el festival de Sevilla obtuvo el Giraldillo de Oro a la Mejor Película y al Mejor Guion. Y, ya en casa, se llevó seis premios Guldbagge del cine sueco. Pero la consagración definitiva le llegaría con su posterior “The Square” (2017), ganadora de la Palma de Oro en Cannes.

Se entiende, por tanto, que esta versión estadounidense haya de enfrentarse a una recepción llena de escepticismo, si bien la prometedora pareja de cineastas formada por Nat Faxon y Jim Rash se merecen un voto de confianza. Se dieron a conocer con el oscarizado guion de “Los descendientes” (2011), basado en la novela de Kavi Hart Hemmings, y que puso en escena Alexander Payne con George Clooney como protagonista. En la dirección debutaron con la excelente película indie “El camino de vuelta” (2013), que reunió un extraordinario reparto coral con Steve Carell, Toni Collette, Sam Rockwell, Maya Rudolph, Amanda Peet y el joven actor revelación Liam James. Ambientada en un parque acuático durante una temporada estival, es una sincera historia de iniciación.

Lo que pretenden hacer con su segundo largometraje “Downhill” es una sátira de la masculinidad, mostrando cómo se encuentra en franco declive y totalmente fuera de la coyuntura actual. Para conseguirlo han contado como guionista con el vitriólico creador de series de televisión británico Jesse Armstrong, escritor para el cine de comedias políticas tan ácidas como “In the Loop” (2009), de Armando Ianucci, “Four Lions” (2010) y “The Day Sall Come” (2019), de Christopher Morris.

El papel principal del padre de familia cobarde y egoísta recae en el actor cómico Will Ferrell, que saca a relucir su registro dramático, ya exhibido con éxito en la película de Marc Forster “Más extraño que la ficción” (2006). Su negativo personaje queda ya retratado desde la réplica de la famosa secuencia inicial en que, cuando sobreviene la avalancha de nieve que alcanza a la terraza del resort de los Alpes austriacos en que se hospeda con su mujer e hijos, sale corriendo preocupándose únicamente de salvar su móvil y a sí mismo.

En la misma situación, el comportamiento de ella es bien distinto, porque reacciona abrazando instintivamente a sus hijos para protegerlos del peligro. Dicho cometido responsable recae en Julia Louis-Dreyfus, una experimentada actriz que comenzó en el programa de humor televisivo “Saturday Night Live”, haciendo imitaciones de Liza Minnelli y Linda Ronstadt, para luego convertirse en una de las mayores ganadoras de premios Emmy con series como “Seinfeld”, “Las aventuras de Christine” o “Veep”. En la pantalla grande destaca su emparejamiento con el malogrado James Gandolfini en “Sobran las palabras” (2013). Aquí lleva el peso de la función, para superar el mal trance de un esposo incompetente.