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SALUD

Imagen corporal y operación bikini


La insatisfacción con la apariencia física y la imagen corporal es un fenómeno común en la sociedad occidental. La insatisfacción con la imagen corporal es frecuentemente observada en aquellos que tienen un sobrepeso y obesidad, pero también se observa en aquellos que tienen un normopeso.

Además, se cree que es el catalizador motivacional para una variedad de comportamientos que tienen el objetivo de mejorar la apariencia física, incluidos los esfuerzos para perder peso, la actividad física, búsqueda de tratamientos e intervenciones estéticas y, por último, cuando esta insatisfacción con la imagen corporal es extrema, se convierte en un síntoma de varios trastornos psiquiátricos reconocidos como anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno dismórfico corporal.

Respecto a los que sufren acerca de su imagen corporal y buscan formas de cambiarlo como lo anteriormente comentado (tratamientos estéticos, dietas estrictas, etc.), generalmente informan de una mayor insatisfacción con la imagen corporal y tienden a enfocarse en la característica que desean modificar con el tratamiento o dieta.

Sea como fuere, para todas las personas, independientemente de su peso o aspecto físico, esta insatisfacción afecta la autoestima y la calidad de vida.

De este modo, tendemos a pensar que la imagen corporal es nuestro aspecto físico, tal y como lo ven los demás, y nada más lejos de la realidad, porque la imagen corporal es la percepción, el conocimiento y el sentir de cada persona respecto a su propio cuerpo o, dicho de otro modo, la representación del cuerpo que cada uno, de forma subjetiva, construimos en nuestra mente.

Lo cierto es que según el artículo de investigación “Social media effects on young women's body image concerns: Theoretical perspectives and an agenda for research”, el 90% de las mujeres cree que la imagen física afecta a la satisfacción con la vida, 9 de cada 10 dejarían de comer y pondrían su salud en riesgo si se sienten mal con su cuerpo y el 86% de las mujeres ha dejado de hacer alguna actividad por cómo se siente con su cuerpo.

Entonces, si pensamos que la imagen corporal no es la imagen real que tenemos y que está basada en aspectos perceptivos (como percibimos de forma subjetiva el peso y la forma de nuestro cuerpo) y aspectos cognitivo-emocional (emociones y pensamientos en relación a nuestro cuerpo a través de las experiencias vividas), ¿cuánta de nuestra insatisfacción corporal tiene que ver realmente con el peso y forma del mismo y cuánta con el efecto de lo vivido, los comentarios o las impresiones ajenas?

De modo que, si estás inmerso en la operación bikini, déjame recordarte que este concepto puede catalogarse de violencia sobre el cuerpo y la autoestima de una persona y que quizá, cuanto más inseguros seamos, más dietas, productos, tratamientos, cremas y demás sustancias y productos consumiremos.

Y es que quizá no odies tu cuerpo… quizá odias cómo te hacen sentir los comentarios que hacen o han hecho sobre él, quizá odias creer que necesitas restringirte y ejercitarte para merecer ponerte un bikini y quizá odias que allá donde mires veas cuerpos que están totalmente alejados de la variedad de formas y pesos que incluye un cuerpo sano, porque déjame recordarte que lo que hoy consumimos, son cuerpos irreales.