7K - zazpika astekaria
CONSUMO

Contención de gastos


Entramos de lleno en la época más consumista del año y con unos datos económicos abrumadores que habrá que tener en cuenta sí o sí para no dañar nuestros bolsillos de cara al 2022. No es cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío, sino de mirar los medidores del IPC y de la inflación que no cesan de subir. Si a los largos meses de inactividad económica obligada le añadimos el despropósito de las eléctricas, todo ha venido rodado y sin frenos. Pues eso, que los precios han subido (y seguirán subiendo), que es una barbaridad.

Los parches de ayudas y aplazamientos de pagos que nos trajeron los decretos estatales se acaban el 31 de octubre sin posibilidad de ampliación. Y el peligro de solicitar créditos rápidos o de tirar de tarjetas de crédito, aunque sea como último recurso, es real porque se ha multiplicado la publicidad, ya que rinde altos intereses a las entidades financieras.

Calendario consumista. Así las cosas toca adaptarse o morir en el intento, y hacer como el Ulises héroe de leyenda, atándonos al mástil del barco para no sucumbir ante los cantos de sirenas mercantilistas. Y es que llegan el black friday, los halloween y demás importaciones de vida estilo americano, que se traducen en gastos y gastos innecesarios porque las multinacionales saben hacer muy bien su papel. Le seguirá el puente de la Inmaculada con escapadas turísticas fugaces, apelando a nuestro sentido de supervivencia porque solo se vive dos días. Luego un toque a nuestro sentido lúdico jugando con la suerte de la lotería y, a continuación, las compras navideñas para culminar de nuevo con las rebajas de enero.

Son tentaciones muy fuertes y que paradójicamente emergen para hacernos olvidar lo mal que estamos. Pero hay que tener en cuenta que comprar implica satisfacer una necesidad o un deseo, pero también activar toda una serie de procesos económicos, sociales y medioambientales. En este sentido, hacerlo de una manera responsable significa cuestionarse a la hora de comprar qué es prescindible y qué no y también cuáles son nuestras disponibilidades económicas reales.