7K - zazpika astekaria
CINE

«Mrs. Harris Goes to Paris»


Los que pensamos que el cine, y la cultura en general, nos hace mejores personas, tenemos el ejemplo perfecto de película positivista y sanadora en “Mrs. Harris Goes to Paris” (2022). Es una maravillosa producción, de esas que solo sabe hacer el cine británico, combinando el registro social, el drama de época y el cuento de hadas romántico. Y se cumple algo que nunca suele fallar en estos casos, que es la elección de un casting a medida. ¿Quién puede hacer mejor de trabajadora británica de posguerra sumida en el ahorro que Lesley Manville? ¿Quién puede hacer mejor de parisina estirada y antipática contraria a la ley de la hospitalidad que Isabelle Huppert? Pues ya tenemos a la heroína y a la villana, y así todo el brillante reparto, con actrices y actores capaces de huir de los arquetipos, llenando de encanto y magia esta representación de las relaciones humanas según su grado de bondad o de maldad. No por una simple cuestión de maniqueísmo, sino para hacer que el drama y la comedia casen, en una mezcla de lágrimas y risas como la vida misma.

El público está respondiendo a una propuesta tan atractiva, dispuesto a pasar dos agradables horas en compañía de la entrañable Ada Harris. Los números no engañan, y ya solo en el mercado anglosajón, una película que ha costado trece millones de dólares lleva recaudados más de veinte. Detrás del éxito está su director Anthony Fabian, que demuestra su experiencia como productor al manejar los aspectos técnicos y artísticos más allá de lo que podría controlar un simple realizador. Es el fundador de su propia compañía productora Elysian Films, con la que viene facturando documentales y programas de música clásica. En la ficción este es el tercer largometraje que el británico dirige personalmente, siendo conocido en dicho campo por su ópera prima “Skin” (2008), rodada en Sudáfrica y en la que abordaba el tema histórico del apartheid desde el punto de vista de la hija negra de un matrimonio blanco. Después tuvo una fallida incursión en Hollywood con “Más allá de las palabras” (2013), una historia sobre hospitales infantiles donde cargaba las tintas melodramáticas. Defecto corregido con “El viaje a París de la señora Harris” (2022), que es como se va a titular en su versión doblada, la cual se estrena el próximo mes para asentarse en la cartelera navideña.

La señora Harris no se siente viuda porque espera noticias sobre la desaparición de su marido en el frente durante la II Guerra Mundial, hasta que oficialmente es dado por muerto. Se gana la vida como empleada de hogar, limpiando casas de gente más adinerada, junto a su compañera negra Violet (Ellen Thomas). Pero un día descubre el vestido de Dior de una de sus jefas, y se enamora de esa prenda, tanto, que se convertirá en el sueño y el pretexto para ahorrar penique a penique la cantidad suficiente para pagar el dinero del viaje y las 500 libras del modelito. Contará, eso sí, con la ayuda del apostador profesional Archie (Jason Isaacs).

La llegada de Ada a Chez Dior caerá como una bomba, y de entrada choca con la jefa de taller Madame Claudine (Isabelle Huppert), la villana principal junto a Lady Dant (Anna Chancellor), quienes no soportan que un vestido de lujo pueda caer en manos plebeyas. Menos mal que el Marqués De Chassagne (Lambert Wilson) no es de la misma opinión, y sabe ver que el momento de la democratización de la moda está al caer.

Y luego están los aliados de clase humilde, como la propia Ada, que son el joven contable André (Lucas Bravo) y la modelo portuguesa Natasha (Alba Baptista). Es la generación que conocerá el día en que Dior abra sucursales fuera de París, y no haya que viajar hasta allí.

Por lo tanto, la película, por más ligera que sea, acierta a hablar de los cambios sociales para la mujer que se comenzaron a fraguar en la segunda mitad de los años 50. Lo que no quita para que la ambientación se recree con un París nostálgico idealizado, pero desmitificando ciertos iconos culturales.