7K - zazpika astekaria
LITERATURA

Adiós tristeza


Tierna, divertida, delirante, cálida, esperanzadora... Puro disfrute. Es lo que encontramos en esta novela de Miriam Toews (Manitoba, Canadá, 1964), que, sin embargo, no aborda en absoluto temas divertidos ni banales. Como la mayor parte de su obra, tiene una gran carga autobiográfica, por ella circulan sus monstruos familiares; pero, al igual que en títulos anteriores, también en esta es capaz de transformar los sucesos más traumáticos en literatura de humor punzante. Lo hemos visto en “Ellas hablan”, sobre la violación sistemática de mujeres y niñas en una colonia menonita de Bolivia, que fue llevada al cine y obtuvo un Óscar; y en “Pequeñas desgracias sin importancia”, una novela dura e inusualmente divertida sobre el sucidio de su padre y su hermana. «Siempre logra ver la luz a través de la oscuridad, y con elegancia, humor y ternura cuenta cómo convivir con ella y hacerlo con plenitud», leemos en el sitio web Literary Hub. La novela se abre con una cita de Steinbeck que es toda una declaración de intenciones: «Es curioso cómo la tristeza no tiene por qué ir a más con la edad».

Las protagonistas son tres mujeres de las que es imposible no enamorarse, tres generaciones de una familia que conviven en la misma casa y unen fuerzas para encarar las decepciones vitales sin perder un ápice de garra. La narradora es Swiv, una niña de nueve años que escribe una carta al padre ausente para contarle el día a día con su abuela y su madre. Elvira, la abuela, es una mujer con espíritu de hierro que, en la recta final de su vida, lucha contra el paso del tiempo, los achaques y las adversidades que afectan a la familia. Es una guerrera y no pararemos de reír con ella. La madre es una actriz en situación emocional precaria, que afronta el tercer trimestre de embarazo al tiempo que trata de lidiar con un pasado y presente amargos. Y Swiv, que ha sido expulsada del colegio por meterse en peleas, tiene un mundo interior fascinante y no deja de hacerse preguntas, mientras cuida de su abuela y su madre como si fuera ella la adulta... Tres mujeres que manifiestan una manera única de hacerse responsables unas de otras.

Con esta novela, la autora canadiense trata de adelantarse a las preguntas que tendrán sus nietos sobre la compleja familia Toews: «Pensaba en ellos y en cómo contarles la vida de la familia porque sé que los miembros de estas nuevas generaciones, en algún momento, tendrán preguntas». Merece la pena echar un vistazo a su biografía y leer alguna de las entrevistas que ha concedido. Y, por supuesto, merece la pena leer su obra.