7K - zazpika astekaria
SALUD

Tubérculos, un alimento con muchas propiedades

La patata, sobre todo, y el boniato son de los tubérculos más consumidos. Sabrosas y nutritivas, estas hortalizas contienen hidratos de carbono, razón por la cual están siendo desterradas de algunas mesas. Un error, según la dietista-nutricionista de 7K que defiende sus grandes propiedades.

(Getty)

El verano es una época ideal para compartir con amigos, familia… salvo si eres nutricionista. Si eres del gremio, vas a ser testigo de los innumerables mitos, creencias erróneas y rituales alimentarios que tiene tu entorno y, todo esto sin poder decir nada porque no estás de “servicio” y además, ni se te ocurra hacerlo, aunque te lo pidan, porque “todos saben lo que hay que comer” mejor que tú. En este contexto, me ha tocado presenciar el bullying al que se han visto sometidos los tubérculos (patata, boniato etc.) en mi entorno. De manera que, a modo de catarsis, he decidido plantear en esta sección la defensa de estos alimentos.

Ambos alimentos, que son de la misma familia, son considerados, en base a su composición, alimentos muy nutritivos. A pesar de que el nutriente principal son los hidratos de carbono, razón por la cual están “demonizados”, lo que mucha gente ignora es que destacan también por su gran aporte de vitamina A, vitamina E y especialmente C, así como vitamina B6 y folatos, así como minerales importantes como el potasio.

Gracias a su contenido en vitamina A, ayuda al buen funcionamiento de la retina, al buen estado de la piel y desempeña un papel importante en la inmunidad de las mucosas. También participa en la formación y mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos.

Estos tubérculos son una muy buena fuente de vitamina C, un potente antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres que se producen en el organismo y que dañan células, órganos y tejidos. Además, es necesaria para el crecimiento y reparación de tejidos, forma proteínas que componen la piel, tendones, ligamentos… Ayuda en la cicatrización de las heridas y participa en la absorción del hierro. Sin embargo, para evitar que se pierdan por la cocción, es preferible elaborarlos al vapor o al horno.

Por su parte la vitamina E es también un potente antioxidante. Además, participa a nivel del sistema inmunitario, frente al ataque de virus y bacterias, en la formación de los glóbulos rojos y en procesos celulares y en la formación de vitamina K.

Los folatos, o vitamina B9, intervienen en la producción de los glóbulos rojos, en el desarrollo del sistema nervioso, y participan en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos. Además, son muy importantes a la hora de prevenir anemias y la espina bífida en el embarazo. Por su parte, la b6 o tiamina interviene en la producción de anticuerpos, ayuda a mantener la función neurológica normal, a producir hemoglobina, participa en la descomposición o digestión de las proteínas y también mantiene el azúcar en la sangre en los rangos normales.

El potasio es indispensable para la transmisión y generación del impulso nervioso, participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico, tanto en el interior como en el exterior de la célula. Y por si lo anterior no ha resultado convincente, decir que son un alimento comodín estupendo, y gracias a su versatilidad, combina con todo, carnes, pescados, verduras, se puede servir frío, caliente en puré, admite todo tipo de técnicas culinarias, cocción, fritura, guiso, asado, vapor... En definitiva, enriquece y complementa cualquier plato.