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RUGIDOS ROJIBLANCOS

Reinventándose en las dificultades


Cuando apenas restan tres jornadas para el final de Liga, el Athletic depende de sí mismo para alcanzar la séptima plaza. Una circunstancia que, pase lo que pase el próximo 30 de mayo en el Camp Nou, le garantizará un billete europeo. La situación actual del equipo rojiblanco tiene mucho mérito y debe de ser valorada muy positivamente.

Con más de 50 partidos en la mochila, los leones han conseguido llegar al tramo determinante de la temporada en una posición privilegiada y con la opción de sumar un nuevo título en el horizonte. Tras padecer dos severas crisis de juego y resultados a lo largo del curso, el conjunto que entrena Ernesto Valverde ha sido capaz de sobreponerse.

Los problemas se han sucedido, incluidas lesiones o pronunciados baches de forma en futbolistas determinantes como Muniain, Iturraspe, Susaeta o Ibai. Hecho a lo que hay que sumar la marcha de Ander Herrera. Así las cosas, la fisonomía del equipo se parece poco al que hace un año alcanzó los 70 puntos. Sin embargo, tras tropezar varias veces en la misma piedra, Valverde ha sido capaz de ir encontrando nuevas soluciones como Etxeita, San José en la medular, Iraola de interior, el protagonismo de Beñat o la irrupción de Williams que han dotado de consistencia al once.

La escasa capacidad realizadora del equipo, dependiente en gran medida de la aportación de Aritz Aduriz, es uno de los puntos débiles, compensado con una importante fortaleza defensiva. De los 38 goles encajados en Liga, 16 han sido contra Barcelona, Real Madrid y Atlético. Otro debe es la inesperada pérdida de más de una quincena de puntos ante los conjuntos de la zona baja. Datos que contrastan con la solvencia ofrecida ante los mejores equipos de la competición, no en vano, los leones han logrado dejar su portería a cero en partidos ante merengues, colchoneros, Sevilla y Valencia. Buenos resultados a los que hay que sumar las victorias ante Shakhtar o Napoli, otros dos gallitos del continente.

Una realidad que invita a una lectura diferente sobre las posibilidades de los rojiblancos en la final de Copa. Con la columna vertebral del equipo en fase de transición hacia un nuevo ciclo, los leones han sabido reinventarse, maximizar sus virtudes y llegar al momento decisivo en una posición envidiable. Toca rematar la faena en un último sprint que puede deparar una recompensa de magnitud histórica. El desgaste no afectará únicamente al Athletic, ya que el Barcelona se someterá también a dos decisivas pruebas de estrés ante Atlético y Bayern de Múnich. Unos partidos que pueden hacer variar el estado de ánimo de una escuadra que ahora mismo arrolla a sus rivales.