Escándalos

Leo en “The Guardian” la inminente salida a subasta por la casa Bonhams de 34 cartas que George Mallory escribió al escritor Lytton Strachey. Esta correspondencia del famoso montañero (quizás el primero en alcanzar la cumbre del Everest en 1924, aunque nunca sobrevivió para contarlo) sale a subasta con precio de partida de 60.000£, suma considerable que parece sustentarse en su carácter abiertamente gay, de cotilleo y de flirteo, según el medio británico. Lytton Strachey era partícipe del llamado grupo Bloomsbury, revulsivo y aristocrático grupo de artistas e intelectuales británicos de la época victoriana que con sus proclamas éticas, estéticas y políticas suponían un contrapunto, a menudo escandaloso, en el desierto victoriano, incluidas sus actitudes y costumbres sexuales, donde las relaciones de emparejamientos homo o heterosexuales se extendían a triángulos o figuras geométricas más complicadas. La guapura de Mallory, tal como aparece en las fotos que se conservan, impactó a Lytton, que escribió a Vanessa Bell, hermana de Wirginia Woolf: «Dios mío, mi mano tiembla y mi corazón palpita. Tiene seis pies de altura, con el cuerpo de un atleta de Praxíteles y una cara –¡oh! increíble– con el misterio de Botticelli y el refinamiento y delicadeza de un grabado chino». Y así seguimos… de morbo en morbo, pero un siglo más tarde.