La Nafarroa de verdad ha despertado

Son las seis en punto de la mañana. Enciendo la radio y escucho la voz tranquila de Joseba Asiron, el próximo alcalde de Iruñea. No quiero disimular la emoción y recurro al canto de Fermin Valencia para acompañar un momento que siento histórico.

Hoy brotará en una cuneta de Larraga una florecica regada con las lágrimas de Maravillas Lamberto. Y los infanzones de Obanos sonreirán al ver que hombres y mujeres libres se disponen a construir una patria libre. No sé que pensaría Sancho el Fuerte, pero tengo para mí que su monarquía no tenía mucho parecido con el régimen corrupto que ha mangoneado Nafarroa hasta llenarla de cadenas y vaciar sus arcas.

Cierro los ojos para imaginar la sonrisa franca de Telesforo al ver cumplido su sueño. A buen seguro abrazará a Irujo, mientras lanza un guiño a José Migel y Santi.

Tafalla canta y Arturo acompaña al canto con su clarinete. Y saldrán las rondas, los txistus y las auroras. Porque con Nafarroa canta toda Euskal Herria.

Son solo apuntes cargados de emoción pero plenos de agradecimiento a esa militancia que durante décadas ha entregado lo mejor para hacer posible el final del despropósito. Este año no aporrearán a Olentzero en Iruñea y eso ya es una buena noticia. Y en el chupinazo no detendrán a la juventud por exhibir una de nuestras banderas. No creo que puedan recuperar la caja de ahorros porque los filibusteros ya se repartieron el botín, pero pondría la mano en el fuego por la honradez de los que han llegado.

Hoy en el Alto Loiti los huesos de un republicano mal fusilado descansan más en paz y Patxi Zabaleta sentirá la recompensa de aquella alcaldía que le arrebataron con malas artes. Y Bakartxo, la satisfacción de haber hecho la tarea del trampolín que ha catapultado a Asiron.

La magnitud del cambio en Nafarroa es histórica porque hoy somos más Euskal Herria que nunca. Ha costado, pero ha despertado la Nafarroa de verdad, la obrera, la madre de los vascones, la que apuesta por el progreso; la que mandará a Mola y al Conde de Rodezno al muladar de la Historia. Zorionak!