2015 UZT. 22 CAMBIO EN NAFARROA Barcina traspasa a Barkos los poderes... y los «trastos» UPN está escenificando un trasvase de poderes modélico. Yolanda Barcina vende que Nafarroa tiene unos indicadores estupendos. Pero el nuevo gobierno heredará muchos problemas, inversiones fallidas, proyectos estancados, pleitos, fundaciones inútiles y otros «trastos». Aritz INTXUSTA IRUÑEA Nafarroa es la comunidad del Estado con menos paro. La deuda parece haberse controlado con respecto a otros años y las perspectivas de crecimiento son buenas. Es más, el Gobierno de UPN acaba de revisarlas al alza y ahora dice que Nafarroa crecerá por encima del 3%. En su última rueda de prensa, Yolanda Barcina aseguró que serán de los pocos que cumplirán con el objetivo de déficit fijado por Madrid (promesa que los precedentes hacen poco creíble) y que todo es estupendo. Pero la situación real no es idílica como la pintan. «Quiero hacer un traspaso ejemplar», proclamó Barcina ayer en la escenificación del traspaso del poder a Uxue Barkos. «Para todo lo que sea por el interés de Navarra, le he comentado que colaboraré en lo que ella requiera», incidió la presidenta saliente. Barcina quiere anular a futuro el argumento de la herencia recibida de cara al próximo gobierno. De hecho, la carismática líder de UPN está irreconocible: no hay ataques, no hay quejas, solo serenidad. Barkos, por su parte, se mantiene cordial pero prudente. Ayer aseguraba que quiere la información «pormenorizada» y que el verdadero traspaso de poder se hará «departamento por departamento». Barkos no cayó en el buenismo y dijo que quiere que el trasvase se haga «de manera absolutamente transparente, operativa y eficaz». Aunque probablemente no se sea consciente de la gravedad de algunos problemas hasta que pase un tiempo, sí que se pueden apuntar ya algunas de las deficiencias serias que arrastra la Administración Foral por la gestión de UPN. Muchas de ellas ya las heredó Barcina de Miguel Sanz y esta no las supo resolver. Hacienda y el «caso Osasuna» El organismo autónomo de la Hacienda Foral pasa por una situación compleja. Tiene problemas de credibilidad y liderazgo. Hacienda salió muy tocada de la comisión de investigación a Lourdes Goicoechea, donde se denunciaron presiones para ayudar a evadir. Desde entonces, todo ha ido a peor. Luego llegó la crisis de VW que estuvo a punto de acabar con el resquicio de autonomía fiscal que le queda a Nafarroa. Y los recursos ante el Constitucional la dejaron en estado crítico. Esto sin contar con la constatación vía tribunales de que se ha hecho un trato de favor al Opus al perdonarle ciertos tributos. Y lo peor no es eso, sino el descontrol de caja. Con el cambio en la fórmula de tributación de VW, Nafarroa ha tenido que pedir adelantos de cientos de millones a Madrid para cuadrar cuentas. Ahora hay temporadas en las que el «arca pública» se queda vacía, a pesar de que cada vez se estiran más los plazos para acometer las devoluciones a los contribuyentes. Como colofón, llegó el «caso Osasuna», ese misterio sobre por qué el club no se ha puesto al corriente con Hacienda en más de una década, o de por qué no se le ejecutaron las deudas que estaban en apremio. A la espera del resultado de la investigación judicial sobre el club, queda por ver qué hará el nuevo gobierno con la última tasación de Sadar y Tajonar, esa que –milagrosa y discutiblemente– aumentó el valor de los terrenos en 15 millones. Sodena, Sendaviva, «ciudades» El último informe de Comptos sobre las inversiones de Sodena apunta un sinfín de inversiones que realizó UPN y que serán un quebradero de cabeza para el siguiente gobierno. La principal, de largo, es el parque de Sendaviva. El proyecto lo inició “Diario de Navarra” y enseguida encontró la complicidad del Gobierno de UPN. Ya se han invertido 55 millones, de los que Comptos da 32 por perdidos. Y el proyecto sigue sin ser rentable. Puede que jamás lo sea. También hay otras inversiones en el entramado de empresas biofarmacéuticas ligadas al CIMA, del Opus Dei. Ninguna de ellas ha conseguido, por el momento, rentabilidad. De hecho, el informe de Comptos destacaba que, pese a las decenas de miles de euros invertidos, alguna solo tiene cuatro trabajadores. También supone una sangría económica constante la Ciudad Agroalimentaria de Tutera. En 2013, las pérdidas acumuladas amenazaban ya con convertirse en «causa de disolución». Y, aunque no se ha disuelto, la cosa no ha mejorado, ya que su deuda es de 42 millones. Para colmo, han surgido vínculos con empresas de la «Púnica». La de Tutera no es la única «ciudad» que tiene problemas. La idea de centralizar los sectores que tuvo UPN acumula un fracaso tras otro. La Ciudad de la Seguridad se quedó solo en un proyecto. La Ciudad de la Carne es otro proyecto fallido que puede acabar condenando al Matadero de Pamplona. La única que funciona es la Ciudad del Transporte, que aun así sigue medio vacía y pende sobre ella un pleito millonario. Otras inversiones cuestionables son las de Caviar Per Sé o Noi. Aunque también llaman la atención las pérdidas millonarias en MTS Tobacco, propiedad de un amigo de Miguel Sanz (y socio suyo en la asesoría). Este tipo de inversiones desnortadas a la postre, convierten a la propia Sodena (la sociedad de capital riesgo de Nafarroa) en un problema en sí misma. &discReturn;&discReturn; Fundaciones y empresas En los últimos dos años, el Gobierno ha acometido una campaña de fusiones entre fundaciones y empresas públicas, para suprimir algunas de las más ineficaces. Pero en gran medida es maquillaje, ya que lo que han hecho es juntar las deficitarias con las que medianamente funcionan. Así, los problemas en SPRIN (la gestora del Navarra Arena y el Circuito de los Arcos) pasaron a NICDO y se camuflaron dentro de CPEN. Pero ahí siguen, porque son reales, no de ingeniería financiera. Lo mismo ocurre con GAN. En el apartado de fundaciones, hay problemas en Baluarte, en la contestada Fundación CAN. Y así con todos los restos de una estructura clientelar alimentada durante décadas por UPN y PSN. Porque esa es la herencia. PROBLEMAS DE CAJA Nafarroa se ha visto obligada a pedir al Estado que le adelante dinero de los «ajustes», ya que con el cambio en la tributación de VW se asumen las devoluciones de IVA antes de cobrar. Hay temporadas donde la Hacienda se queda con problemas de liquidez.