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BALONCESTO

Bilbao Basket se cae de morros

Los hombres de negro ganaban 62-50 ante un Iberostar Tenerife que solo se puso por delante con el 64-67 final a cinco segundos.


DOMINION B. BASKET 64

IBEROSTAR TENERIFE 67


Cierto, más vale no hablar de la Copa en la casa de Dominion Bilbao Basket, sobre todo por la forma en la que cayó ayer ante Iberostar Tenerife. Los de Sito Alonso ganaban 62-50 después de un feo partido, y se dejaron remontar por unos aurinegros que arreglaron un 1 de 16 en triples por un 5 de 5 en los minutos de la verdad. Un parcial de 2-17 para dar a los de Txus Vidorreta su única ventaja en todos el partido, de la mano de Devin White y Javier Beirán.

«Ha sido un partido raro», confesaría el propio técnico tinerfeño. Nunca está más justificado decir que Bilbao Basket perdió el partido, no que lo ganara Iberostar Tenerife.

Y eso que el inicio no presagiaba un desenlace así. Txus Vidorreta paraba el juego con 13-4, ya que para entonces Mumbrú, Hannah y Hervelle rompían el partido. Por si quedaran dudas, Mumbrú y Hannah establecían la máxima renta: 17-4.

Se durmieron entonces los pupilos de Sito Alonso, entre otras cosas por su necesidad de resolver mediante el triple a pesar de que su adversario ya estaba en bonus de faltas. Tampoco estaba el cuadro visitante para alegrías, pero al final aprovechó el favor bilbaino para endosarle un parcial de 0-6, y menos mal que la canasta sobre la bocina de Devin White no fue válida.

Con el paso de los minutos, la defensa tinerfeña, tan llena de trampas como suele gustar en Vidorreta, enmarañó el ataque bilbaino, mientras que Devin White, Beirán y Abromaitis limaban la desventaja: 25-24.

Los «perros grandes»

La principal buena noticia de este tramo del partido era que Iberostar Tenerife no aprovechaba sus opciones para empatar o adelantarse. Hannah –que robaba seis balones– y Bogris estiraban levemente el marcador para llegar con 35-29 al descanso.

Se fue acabando el acierto triplista bilbaino en el tercer período, lo cual impedía que los de Sito Alonso volvieran a romper el choque. La solución de los hombres de negro fue «alimentar» a sus «perros grandes» Begic y Bogris, que desde cerca o a la media distancia mantenían el pulso con un rival en el que, a falta de que Richotti diera señales de vida, se defendía de la mano de Sekulic.

Al séptimo intento colectivo, Hannah la clavó de tres. El base de Rochester se unía a Bogris para un nuevo tirón en el marcador, 52-42. Pero el choque seguía vivo al inicio del último cuarto, 55-46, gracias a que los tinerfeños arreglaban desde la línea de tiros libres su estrepitoso 1 de 13 en triples.

Del todo a la nada

En buena hora echó Ruoff una mano con una canasta y una asistencia a Begic. Hacían falta todas las manos, porque el partido, feo sin remisión, no estaba claro. Otra mano la echaba Suárez con un triple: 62-50.

Pero del todo se pasó a la nada. Beirán, con dos bombazos, impedía relajación alguna, obligando a Sito Alonso a pedir tiempo: 62-56. Devin White y Richotti despertaban para elevar la adrenalina: 64-61, algo que a Bilbao Basket le costó cometer errores de bulto. Y así, White empataba a 64 a tablero. El último ataque de Bilbao Basket acabó en un forzado triple de Mumbrú, que acabó con el remate del tercer triple seguido de White. El baloncesto fue cruel con Bilbao Basket, aunque cierto es que puso de su parte para darse semejante trompazo.

«Debemos mejorar los últimos cuartos»

Autocrítico, pero no destructivo, Sito Alonso quiso enfocar su análisis en la tendencia de su equipo de venirse abajo en el último cuarto, más allá de ganar o perder.

«En momentos determinados hemos podido romper el partido. Pero hay un tema que debemos solucionar, que es el último cuarto. Recibir un 2-17 no es cosa de hacerlo bien o mal; es algo que nos ha pasado cuatro o cinco veces, sobre todo en casa», analizaba.

«Los triples de Beirán nos han generado ansiedad, y a partir de ahí hemos empezado a defendernos, y no a atacar. Pero lo más importante, después de una derrota en la que debíamos ganar, es el momento de mejorar», sentenciaba el técnico de Monzón.

«Hemos tomado un par de decisiones tácticas, como poner a Sekulic con Mumbrú y a Beirán con Hervelle y Suárez», reflexionaba Vidorreta. «Pero la reacción ha venido más de otras cosas, porque Bilbao Basket le estaba poniendo más corazón. Los triples de Beirán nos han metido en el partido y White ha completado la remontada», añadía. A. G.