2016 OTS. 11 Fútbol internacional Sueña Leicester, sueña Napoli Los irreverentes líderes de la Premier y Serie A se la juegan esta jornada visitando a sus inmediatos perseguidores Arsenal y Juventus. Joseba VIVANCO «Nadie puede comprar a Vardy y Mahrez en enero. Nadie tiene el dinero suficiente y ellos no tienen precio». Lo avisó su técnico, el elegante italiano Claudio Ranieri, disciplinado en su conducción del vestuario, pragmático en su juego, preocupado por apuntalar su fútbol desde la defensa, justa o injustamente ligado a partidos de contados goles, nada vistosos, futbolistas presos de un esquema... Hace tres años ascendió al Mónaco a Ligue 1, luego asumió una selección griega en la que un nada heróico empate con Islas Feroe le dejó en la lista del paro... Y entonces apareció el Leicester. Y el gran Gary Lineker, cuyos primeros pasos futbolísticos los dio en los ‘zorros’, tuiteó incrédulo ese día «Ranieri? ¿Really?». Incluso el mismísimo Harry Redknapp llegó a comentar que Ranieri era «un buen tipo» pero «estoy sosprendido de que pueda volver a la Premier». A sus 64 años, el italiano –«soy un hombre viejo» respondió a las críticas– lleva camino de hacer historia en el football inglés con su descarado e irreverente Leicester. El sábado pasado, en el Etihad Stadium, aficionados citizen se mofaban de Jamie Vardy por haber renovado hasta 2019. Él les señaló con sus dedos el 0-3 que campaba en el luminoso hasta que Agüero hizo el del honor. 1-3 final y los dueños tailandeses del club invitaron a cerveza a todos los seguidores desplazados a Manchester. El segundo gol fue una obra de arte de su otra estrella, Marhez: los otros dos, del teutón Huth, al que el Stoke City dio la baja en verano. A su compañero Vardy le ficharon hace tres años del modestísimo Fleetwood Town, por un millón de libras. Él y el argelino Mahrez son los abanderados del líder de la Premier. Entre los dos, 37 goles, la mitad de los del equipo. Y Marhez costó unas 500.000 libras. Jugaba en la Segunda francesa cuando lo captaron en enero de 2014. El ojeador del club Ben Wrigglesworth fue quien lo descubrió, a él y a otro de los soportes del equipo, el poderoso francés N'Golo Kanté –el jugador con más intercepciones de balón de la Premier–, que había ascendido con el Caen a Ligue 1 en 2014. Esta semana hemos sabido que el Arsenal ha fichado... al ojeador del Leicester. Un vestuario casi de retazos, de jugadores que saben de dónde vienen y a dónde quieren ir. «Cuando le dije que era futbolista, me contestó ¿pero de qué trabajas?», confesaba una vez el neocaledonio ex del Madrid y tantos otros Christian Karembeu. En este Leicester todos trabajan. Y saben a dónde van. Y se lo creen. Este domingo, los de Claudio Ranieri visitan el Emirates, la casa del Arsenal, segundo a cinco puntos. Y sueñan con otro golpe de mano que les acerque al título. Su historia recuerda mucho a la del Blackburn Rovers, que en la campaña 1994-95 se consagró campeón de la mano de los goles de Alan Shearer y el histórico Kenny Dalglish en el banco. Y es que la Premier League siempre ha estado dominada por los grandes: desde 1992, solo cinco clubes se han proclamado campeones. Será con el permiso no solo del Arsenal, porque inmediatamente después del choque en el Emirates, este domingo se verán las caras sus otros dos perseguidores, el City, cuarto, a seis puntos, y el resurgido Tottenham, que se ha encaramado a la segunda plaza, con la misma cosecha que el Arsenal. Entre los cuatro se jugarán un campeonato en ausencia de los clásicos. Chelsea y United se vieron las caras este domingo. «No creo que fuera un partido aburrido. Fue el tercero seguido que es entretenido. Así que espero que la prensa me apoye esta semana», comentó irónico Louis van Gaal al final del, para algunos, ‘José Mourinho derby’, que ha prometido volver pronto... ¿al United? –ayer la prensa inglesa daba por hecho el acuerdo, aunque Sir Alex Ferguson insiste en Mauricio Pochettino–, porque el banquillo Blue parece reservado para Massimiliano Allegri, técnico de la Juventus. Anfield protesta por las entradas Dos clásicos, dos leyendas encabezando como capitanes cada equipo, John Terry y Wayne Rooney. De azul y de rojo. ¡Qué imagen! Chelsea y United firmaron tablas y los Red Devils siguen sin ganarles desde 2012, con gol de... Cristiano Ronaldo. El técnico holandés parece haber dado con su once ideal –sin Ander Herrera y con el belga Fellaini de titular– y a los Blues les salvó Diego Costa sobre la bocina: 6 goles en sus últimos 7 partidos con Hiddink en el banquillo; 3 en los anteriores 14 con Mourinho. Por cierto, partidazo de los dos guardametas, Courtois y De Gea, de quien se ha filtrado su millonario ‘casi’ contrato con el Madrid del pasado verano: 11,8 millones al año hasta 2021. Y es que un buen portero le hubiera hecho falta al Liverpool, que ganaba 2-0 y acabó empatando. Curiosamente, le hicieron los dos goles a partir del minuto 77, justo cuando unos 10.000 hinchas dejaron el campo para protestar por la anunciada subida de abonos por parte de unos dueños estadounidenses del club que consideran a sus aficionados «clientes». Algunos asientos en el ampliado Main Stand (una de las cuatro partes en que se divide Anfield y que ha ganado más de 8.000 localidades) costarán hasta 77 libras para algunos partidos. Los aficionados del club se organizaron para impulsar una protesta y manifestar públicamente su rechazo a estos precios, que consideran «abusivos». La tradicional grada de The Kop ondeó banderas negras y se mantuvo en silencio todo el partido, hasta que en el minuto 77 abandonaron el estadio. Y su equipo empató. Al día siguiente, un hincha publicó una carta en ‘‘The Guardian’’: «Valemos más. Los 8.500M£ del contrato de TV deben compartirse... muchos nos fuimos en el minuto 77, esperemos que no para siempre». No es nada nuevo. Este curso el coste medio del billete más barato en la Premier League ha sobrepasado las 30 libras por primera vez y a pesar del incremento de los precios, la tasa de ocupación en la Premier League se mantiene sobre el 96%. Arsenal y West Ham tienen las entradas más caras... el Leicester el que ofrece la más barata. De ello se alegran sus aficionados y de su gran racha un fan que apostó 5 libras en verano a que ganaban la liga y puede llevarse 25.000 si lo hacen; eso sí, la casa de apuestas se ha apresurado a ofrecerle 6.500 libras ya mismo contra esa posibilidad de los 25.000. ¿Valdrá más pájaro en mano que ciento volando? Los del PSG no son chinos Donde colgarán el cartel de no hay billetes es en el apasionante Juventus-Napoli de este sábado, víspera de los enamorados... del calcio. Los dos vienen de ganar, la Vecchia Signora firmando su récord de 14 victorias seguidas en Serie A, a solo 3 de la marca absoluta del Inter en la 2006-07; y los partenopeos sumando 8 triunfos consecutivos, hito que ni siquiera el Napoli de Maradona logró. Dybala contra Higuaín –ambos marcaron este fin de semana–, Allegri frente a Sarri, así presenta el duelo por el Scudetto la prensa deportiva transalpina. La mejor defensa local contra el poderoso ataque visitante. El Norte contra el Sur, rivalidad de dos equipos que traspasa el mero ámbito deportivo. Winston Churchill, la mejor cabeza de Europa solo por delante de Telmo Zarra, decía que «los italianos pierden las guerras como si fueran partidos de fútbol y los partidos de fútbol como si fuesen guerras». Juve-Napoli. Máximo interés por los títulos inglés e italiano, en Francia nada se resiste al PSG, 1-2 al Marsella, en Le Classique, e hinchas marselleses recibiendo al autobús parisino con insultos y lanzamiento de objetos... hasta que se percataron que eran turistas chinos que iban al mismo hotel que los de Laurent Blanc. Los chinos... los nuevos mecenas del fútbol por obra y gracia del agente Jorge Mendes. Que se lo digan al argentino del PSG Ezequiel Lavezzi, al que el Shanghai Shenhua le pagará 50 millones por dos años. ¿Le preguntará su padre en qué trabaja?