PP, UPN, UPyD y PSN rechazan hablar de presos con eurodiputados

Una delegación de siete eurodiputados de distintas ideologías está en Euskal Herria para recabar información sobre las consecuencias de la política carcelaria. Ayer se reunieron, entre otros, con los parlamentos de Gasteiz e Iruñea para conocer las visiones de los diversos grupos, pero PP, UPN, PSN y UPyD rechazaron defender sus posiciones sobre la dispersión, el trato a presos enfermos o la aplicación de la decisión de la UE sobre cumplimiento de penas.

Una delegación de siete eurodiputados –compuesta por el flamenco Mark Demesmaeker (NVA, derecha), la sueca Malin Björk (Vänsterpartiet, Izquierda), la irlandesa Martina Anderson (Sinn Féin), la gallega Lidia Senra (Alternativa Galega de Esquerda), la alemana Gabi Zimmer (Die Linke), la letona Tatjana Zdanoka (LKS, izquierda) y el catalán Josep-Maria Terricabras (ERC)– está de visita en Euskal Herria, entrevistándose con representantes institucionales, familiares de presos y organismos que trabajan en la defensa de derechos humanos, para hablar sobre las políticas penitenciarias de los estados español y francés.

Divididos en distintos grupos, ayer estuvieron en el Parlamento de Gasteiz, en el de Iruñea, en Lehendakaritza (donde se entrevistaron con Jonan Fernández) y en la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos de Nafarroa, citados con Álvaro Baraibar. También se reunieron con Carlos Garaikoetxea.

La iniciativa es consecuencia de una visita de Etxerat al Parlamento europeo y la delegación quiere comprobar si las denuncias escuchadas a los familiares de los presos son ciertas.

Ausencias

La presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria, recibió a Gabi Zimmer y Mark Demesmaeker, un encuentro que se alargó más de una hora. Después, ambos acudieron a la Comisión de Derechos Humanos, donde representantes de PNV, EH Bildu y PSE les ofrecieron su visión sobre la política penitenciaria. Ni PP ni UPyD asistieron.

En el Parlamento navarro, las eurodiputadas Martina Anderson y Tatjana Zdanoka fueron recibidas por la presidenta, Ainhoa Aznárez, junto a una amplia representación de los grupos de la mayoría del cambio.

El objetivo de la delegación es conocer de primera mano de boca de los representantes institucionales su respuesta a «los porqués» de la dispersión, del trato a los presos enfermos y, en general, sobre la política penitenciara.

Sin embargo, se ve que sus simples preguntas ofenden y ni UPN ni PSN ni PP quisieron estar con las eurodiputadas en el Parlamento navarro. Javier Esparza, en sintonía con la nota emitida ya el viernes por UPN, dijo estar molesto y cansado del «repetido uso del Parlamento navarro como altavoz de las reivindicaciones de los presos de ETA». La portavoz del PSN, María Chivite, alegó que la cita había sido pedida por Etxerat y que ya les han escuchado más veces. Y Ana Beltrán, del PP, dijo que no querían dar cobertura a quienes vienen de la mano de esta asociación y añadió que si el Gobierno mantiene la dispersión, será porque hay riesgo.

La delegación de europarlamentarios estará hoy en Baiona, y luego ofrecerán sus impresiones sobre la visita.

Preocupación europea por los derechos humanos

Los europarlamentarios que componen la delegación insisten en que su visita no pretende intervenir en el debate político, sino que está motivada por la preocupación por el respeto a los derechos humanos en este espacio de la Unión Europea. Vienen a preguntar, a informarse, a contrastar los datos que les ofreció Etxerat cuando acudió al Parlamento Europeo. Y de lo que aquí escuchen informarán después a otros diputados y elaborarán un documento con sus conclusiones.

El grupo es heterogéneo en cuanto a nacionalidades e ideologías, aunque son mayoría los representantes de formaciones de izquierdas. Deseaban que el arco de personas con las que se entrevistaran fuera lo más amplio posible, aunque algunos partidos hayan declinado siquiera hablar con ellos.

Quieren saber cosas tan simples como por qué solo dos presos del Colectivo están en prisiones vascas y por qué las familias del resto se ven obligadas a viajar hasta unas 70 prisiones alejadas de sus hogares para poder visitar a sus allegados. También llegaron a preguntar si los presos pueden contactar con parlamentarios para exponer su situación.I.I.