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ALEX TXIKON ALCANZA LA CUMBRE DEL NANGA PARBAT

Histórica cima invernal de Alex Txikon en la «Montaña desnuda»

Alex Txikon, Simone Moro y Ali Sadpara alcanzaban la cumbre del Nanga Parbat, de 8.126 metros, logrando la primera cumbre invernal en esta «Montaña desnuda», la novena más alta del planeta. La expedición, completada por la italiana Tamara Lungfer, regresaba al Campo IV, después de 16 horas de caminata de una jornada dura pero feliz.


«Derrengados pero felices», reconocía estar Alex Txikon junto con sus compañeros de expedición –los italianos Simone Moro y Tamara Lungfer, y el pakistaní Ali Sadpara–, ya en el Campo IV del Nanga Parbat, a 7.200 metros, después de coronar la cumbre de la «Montaña desnuda», de 8.126 metros, logrando ser los primeros en conseguir alcanzar su cumbre en invierno.

Junto con el casi inabordable K-2, el Nanga Parbat, novena montaña más alta del planeta, era la única montaña que carecía de cumbres invernales, por lo que el éxito cosechado por el alpinista de Lemoa y dos de sus compañeros de cordada –Lungfer se quedaba a pocos metros de la cima, castigada por el cansancio extremo y un malestar que le provocaba vómitos– cabe considerarla como histórica. Hasta la fecha, las 29 expediciones invernales de una de las montañas más peligrosas –con un índice mortalidad con respecto a los que han alcanzado la cumbre de un 22%, por lo que en 1953, cuando se subió por primera vez, la bautizaron como «Montaña asesina»– se habían quedado en los 7.800 metros.

En una comunicación entrecortada, Alex Txikon detallaba que el trapecio cimero es «bastante más inclinado» de lo que pensaba y que se habían encontrado el terreno también «más helado» de lo que esperaban.

Preocupación por el horario

La expedición salía del Campo IV entre las 5.30 y las 6.00 de la mañana, horario paquistaní. Un horario relativamente tardío debido a la climatología. Y es que la temperatura nocturna, que cae alrededor de los 35 y 40 grados bajo cero, hizo demorar a los protagonistas la partida a que saliera el sol.

Fueron diez horas de marcha. Txikon y sus compañeros superaban sin aparentes dificultades el largo valle Bazin, una larga caminata sobre nieve dura, hasta llegar a la base de la pirámide que forma la cumbre.

Allí, Txikon y los italianos Moro y Lungfer iban juntos en el inicio del corredor de nieve y hielo que sube a la cumbre, mientras que Ali Sadpara se desmarcaba por la derecha, sobre terreno rocoso. Al final, hacia las 15.30 los tres hombres llegaban a la cumbre, mientras que la única fémina perteneciente a la cordada decidía darse la vuelta por precaución.

La principal preocupación de la expedición era si podría regresar al Campo IV a tiempo. El haber llegado tan tarde a la cima aumentaba el riesgo de que la cordada debiera hacer vivac. Por fortuna, seis horas después de empezar el descenso, el cuarteto informaba mediante walkie-talkie que habían logrado regresar a los 7.200 metros.

Tras pasar la noche, los protagonistas emprenden el regreso al campo base hoy mismo a partir de las 10.00 de la mañana. Aunque tengan que destrepar el muro Kinshoffer, la parte más técnica de la ruta, la expedición lo conoce muy bien tras haberlo atravesado en varias ocasiones, y además se espera un buen día, sin viento, por lo que es factible que hagan el descenso entero desde el Campo IV al Campamento Base, momento en el que, al fin, la expedición al Nanga Parbat habrá terminado.

Décimo «ochomil» de Txikon

A sus 34 años, Alex Txikon es un experimentado y respetado alpinista. El de Lemoa alcanzaba su primera cumbre a los 21 años, y ya va por la décima –11, si se tiene en cuenta que ha ascendido dos veces a la cima del Shisha Pangma–, sumando esta «Montaña desnuda» solo un año después de haberse quedado cerca de lograr su objetivo, después de que el vizcaino y Ali Sadpara perdieran la ruta de acceso a la cima.

Desde hace cinco años, el de Lemoa cambiaba de objetivo, y en vez de centrarse en alcanzar los 14 «ochomiles» decidía intentar ascensos invernales, tales como la de ayer al Nanga Parbat. Hace dos años, incluso solicitó permiso para ir al K-2, única cumbre sin expediciones exitosas de invierno; en aquella ocasión le denegaron los permisos.

El hombre que susurraba a Edurne Pasaban en el «Kanchen»

Youtube registra un reportaje de «Al filo de lo imposible»: «Kangchenjunga: el tesoro de la gran nieve», en el que se relata la expedición de Edurne Pasaban aquel mayo del año 2009.

Sin querer, Alex Txikon se convertía en coprotagonista de aquel descenso entre el Campo IV y el III del «Kanchen», tirando de una Edurne agotada. «¡Venga ‘pitxin’! Saldremos de esta. Solo tienes que hacer dos cosas: no dormirte y sentir cada parte de tu cuerpo. ¡Ánimo!», le susurraba el alpinista de Lemoa a Edurne.

El mismo Alex Txikon que ejercía de aizkolari en Paquistán, o montaba unas «herri kirolak» con los sherpas –«¡No lesiones a los sherpas, que no están acostumbrados a levantar piedras!», le reñía Edurne– o practica el salto BASE, el vuelo sin motor desde paredes verticales. El mismo que coronaba el Nanga Parbat: el tesoro de la gran nieve.A. G.