2016 MAR. 08 GUTUNAK Los cuidadores también somos agentes educativos DOLORES LUQUIN Iruñea En los colegios no solo trabajan los maestros. Quizá mucha gente no conozca la figura de los cuidadores. Somos un colectivo de unas 200 personas, la mitad de ellas eventuales, que trabajamos codo con codo con los profesores. Nos ocupamos de atender a niños con necesidades educativas especiales. Podemos atender a niños con autismo, con problemas sensoriales como cegueras, motóricos de muy diverso grado y afectación, con problemas graves de comportamiento y en fin, tan diversos como la sociedad en general. Para ejercer nuestro trabajo no tenemos más formación oficial que nuestro empeño y dedicación para realizar tareas que van desde la logopedia, cuidados clínicos, psicológicos o fisioterapia según el caso que nos toque ese año. Unos años tenemos que aprender Braille, otro lenguaje de signos, el siguiente nos ocupamos de alguien con espina bífida y al otro nos tocan conductas problemáticas. Lo hacemos con todo el cariño, siempre pensando en el bienestar de las personitas a nuestro cargo. La pregunta habitual de sus compañeros es si es nuestro hijo. Las más de las veces somos un adulto más en el aula. Los niños no miran nuestros títulos académicos. De la misma forma que se dirigen al tutor, lo hacen con nosotros, y nuestra respuesta es siempre positiva. Si un niño que formalmente no está a nuestro cargo nos pide ayuda, la damos si está a nuestro alcance, consideramos que es parte de la inclusión, que ayudar a todos es ayudar a que nuestro niño no se sienta discriminado. Por supuesto, no tenemos la misma responsabilidad ni tareas que los profesores, pero nos consideramos agentes educativos. Para acceder al puesto no tenemos más exigencias académicas que el Graduado Escolar, estamos englobados en el nivel D de la Administración, pero los exámenes de oposición que pasamos y las actividades que ejercemos van mas allá de este nivel. Reivindicamos formación adecuada y reconocimiento a nuestra labor educativa, porque realmente nos los merecemos.