2016 MAR. 14 liga acb endesa Baskonia paga en Sevilla la resaca de la Euroliga Incapaces de parar a Balvin y Bamforth, los gasteiztarras fueron a remolque desde el segundo cuarto. Arnaitz GORRITI BALONCESTO SEVILLA 100 LABORAL K. BASKONIA 92 No todos los días toca brillar. A veces, el sufrimiento y las dudas hacen presa y lo que ayer salía sin esfuerzo, hoy cuesta un horror, o no sale. Baloncesto Sevilla no causaba tanto respeto como Dominion Bilbao Basket o Khimki, pero lo cierto es que le exigió a Laboral Kutxa Baskonia mucho más. Jugando sin complejos y con las ideas claras, le hizo pagar la resaca de los partidazos ante bilbainos y moscovitas, ganándole merecidamente y metiéndole 100 puntos. El 48-45 adverso del descanso fue casi una bendición, porque poco antes Baloncesto Sevilla llegó a adelantarse 47-40. El 100-92 final, 20 minutos después, no hacía sino repartir los merecimientos, después de un duelo en el que los de Perasovic no dieron nunca su talla. Sorprendía el pívot checo Ondrej Balvin con una puesta en escena espectacular. Ilimane Diop se vio impotente –cosa extraña en un pívot que suele estar muy concentrado siempre– ante la contundencia del gigantón centroeuropeo, capaz de machacar una y otra vez en la cara del gasteiztarra de Dakar. Y la entrada de Bourousis arregló las cosas solo a medias. Jugadores como Hanga o Davis Bertans, titular como falso ala-pívot, daban el mejor nivel entre los de Perasovic, pero el propio técnico de Split veía que las cosas no salían como de costumbre. Un ligero enganchón de Bamforth con Causeur denotaba la molestia gasteiztarra ante un adversario más incómodo de lo esperado. La canasta final de Balvin –un mate, para más inri– después de tiempo muerto, con el que Baloncesto Sevilla empataba a 25 al final del primer cuarto, dejaba entrever que la concentración defensiva no era el de otros días. Y lo peor fue que ese empate a 25 fue el preludio de un parcial de 9-0, con el que los de Luis Casimiro tomaban el mando del duelo. Hanga, Jaka Blazic, chispazos de Adams... solo a base del trabajo de intendencia e individualidades aguantaban los gasteiztarras, mientras que «la sonrisa balcánica» Miljenovic sumaba canastas y asistencias para Bamforth con toda naturalidad. Acercamientos en falso Ser capaz de anotar la primera canasta de cada cuarto suele suponer que ese equipo parte con una mayor concentración que su rival. Hanga y Adams, de lo mejor del bando baskonista, fueron los autores de esas canastas. Pero ambas fueron un espejismo. Baloncesto Sevilla controló cada momento del juego tras el descanso. «Boki» Nachbar agarró una racha espectacular en el tercer parcial. El ala-pívot esloveno le dio un clínic a Davis Bertans de cómo se juega a puesto corrido; incapaz el letón de parar a su par. Baloncesto Sevilla adquiría ventajas de hasta 12 puntos: 66-54, ante un Baskonia atascado. Dos triples de Adams y un Hanga muy centrado llegaron a arrimar al Baskonia hasta un esperanzador 74-72, al inicio del cuarto período. Baloncesto Sevilla, rotando a la perfección, supo dosificar a Bamforth y Balvin, para que entre ambos terminaran su gran trabajo. El escolta respondía los «dos más uno» gasteiztarras con otro igual rozando el triple. Balvin, por su parte, se imponía sobre Bourousis y Diop, con la ayuda de Jerome Jordan y Pierre Oriola. Con 89-86, dentro del último minuto, el pívot checo redondeó el partido de su vida con un mate tras rebote de ataque. El Baskonia recibió la «hostia» temida por Perasovic, aunque tal vez no donde imaginaba. ENORME BALVIN Ondrej Balvin jugó el partido de su vida. Con 24 puntos y 8 rebotes, el pívot checo eclipsó a Diop y Bourousis, y además fue capaz de anotar la canasta decisiva, al poner el 91-86 en el minuto final.