2016 MAR. 16 ATLETISMO Tobalina lanza en Portland El lanzador de peso competirá el fin de semana en el Mundial indoor tras los 20,50 metros que le llevarán a los Juegos de Río. Miren SÁENZ Carlos Tobalina es el único atleta de la Federación Vasca que ha acudido al Campeonato del Mundo en pista cubierta, que se celebra de viernes a domingo en el Oregon Convention Center de Portland. El lunes viajó a Estados Unidos hacia un Mundial con menos disciplinas en el programa por su carácter indoor y menos participantes, principalmente a causa de la renuncias de bastantes estrellas, del veto a la selección rusa, cuyos atletas no podrán asistir como castigo por dopaje, pero también en el caso de los vascos por la dificultad de unas mínimas muy caras. Para Tobalina será la primera de sus tres grandes citas de este curso, después de que hace diez días el lanzador de peso firmara un tiro de 20,50 metros que además selló su pasaporte para sus primeros Juegos Olímpicos, los de Río de Janeiro, aunque antes tiene la intención de pasarse por el Europeo de Amsterdam. Este atleta que es de Castro y dice que también se siente vasco, deportivamente se ha hecho en Euskal Herria, donde está federado e incluido en Basque Team. Ha militado en clubes de aquí, primero lució las camisetas de UPV, Bidezabal y Pamplona Atlético y ahora la del Barça. Como tantos chavales empezó en el fútbol. Jugaba de central, se rebotó con un directivo y lo dejó. No le gustaba correr, pero sus padres insistieron en que practicara atletismo. Vivía en Castro y frecuentaba las pistas de Zorroza y Leioa como su lugar de entrenamiento. Ahora está instalado en León, donde hay un Centro Especializado de Alto Rendimiento Deportivo dedicado a los lanzamientos. Allí llegó tras varias decepciones. Hace cinco años acabó tercero en Málaga en el Campeonato de España y pensó en dejar el atletismo. Llamó a Carlos Burón, el técnico que dirigió la carrera de Manolo Martínez, que en un principio le rechazó pero luego dijo sí. Entonces se trasladó a León, empezó a pulir su técnica y ahora le ha salido la mejor temporada de su carrera. En la reunión de Sabadell se quedó a ocho centímetros de la mínima exigida para ir a Portland y a Río de Janeiro. Como él mismo reconocía en la web de la RFEA «para mi fue la marca personal menos celebrada de la historia. Acabé con impotencia, con rabia, con ganas de llorar, lanzar dos veces 20,42…». Tan cerca y tan lejos. Una semana después en la reunión de Madrid mejoró esa marca en un centímetro (20,43) y de nuevo 20,42 dos días más tarde en Donostia. Entonces le dio por reír hasta que una semana más tarde en el Campeonato de España indoor lloró de alegría porque clavó los 20,50 metros más buscados, mínima olímpica y para el Mundial bajo techo y por tercera vez en un mes nuevo récord vasco en peso. Los forzudos no acostumbran a ser las estrellas de la pista. Otras especialidades más mediáticas de un deporte con variedad y cantidad se llevan los aplausos, aunque ese sábado él fue el centro de atención. En el círculo del polideportivo Gallur le ganaba también a Borja Vivas, subcampeón europeo al aire libre en Zúrich en el mismo campeonato en el que Tobalina fue noveno. Por primera vez se llevaba la medalla de oro en un certamen estatal, donde el malagueño siempre le comía la tostada. El lanzador del Barcelona está en la edad idónea porque en esta disciplina de técnica y fuerza es a los 30 cuando los lanzadores dan lo mejor de sí. Ramón Cid, el donostiarra que ejerce de director técnico de la Federación Española, destaca de su estilo que «tira giratorio y ha lanzado 20,40 ocho veces. Es una técnica que está proliferando, no solo en Estados Unidos sino también en Europa, aunque oscila mucho más el nivel de rendimiento. Carlos en cualquier momento puede lanzar 21 metros. Con esa técnica, cuando les entra el tiro es una bomba». Le pasa lo que a muchos deportistas, «soy una persona que tiende a lesionarse bastante y como soy grande me lesiono a lo grande». En Oregón afrontará la final el viernes a las 18.50 aunque aquí serán las 2.50 de la madrugada del sábado. Los anfitriones avisan de su potencial en sus nacionales del fin de semana En la misma instalación que acoge el Mundial se celebraron el pasado fin de semana los Campeonatos de Estados Unidos, un termómetro para medir el estado de los atletas locales. Barbara Pierre igualó la mejor marca del año en 6o metros de la holandesa Schippers (7.00) y lograron las mejores del año la vallista Rollins (7.76), la cuatrocentista Hayes (51.09), Cunningham en altura (1,99) y Marquis Dendy en longitud (8,41), mientras se queda fuera Rupp, subcampeón olímpico de 10.000, que terminó 8º el 3.000. M.S.