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Como el paso del Pisuerga

Las chicas de La Única de Iruñea afrontan en Valladolid la fase de ascenso a División de Honor.


Campeonas de Liga Vasca por vez primera, y además invictas. Con esas credenciales se presentan las chicas de La Única a la fase de ascenso a División de Honor, que se disputa este fin de semana en Valladolid. Subir a la máxima categoría pasa por la capital castellana. Como el río Pisuerga, según el dicho.

Aprovechamos la circunstancia para charlar con Arantxa Ursua, una de las veteranas de la escuadra de Iruñea. «Veterana, pero no la más mayor, que quede claro», puntualiza.

Recuerda que el germen fue «un equipo que creamos en la universidad hace ya 18 añazos». Los estudios terminaron, pero el gusanillo por el oval permaneció, así que el equipo continuó bajo el paraguas de La Única. «Eso fue, creo, en el año 2003».

Esta temporada han contado por victorias sus enfrentamientos de Liga Vasca frente a Durango-Uribealdea, Eibar, Gaztedi y Hernani. En campañas anteriores Getxo, que milita en División de Honor, simultaneaba ambas competiciones, pero ello generaba problemas de calendario. Las gualdinegras han sido quintas en la máxima categoría.

La Única ya ha jugado anteriormente dos veces la fase de ascenso (2013 y 2015), al terminar segundo en Liga Vasca por detrás del Getxo. «La experiencia es muy positiva porque juegas contra equipos distintos, con diferentes estilos, y eso siempre es bonito y enriquecedor. Y además juegas ya contra equipos de cierto nivel, que competitivamente te hace sumar mucho», comenta Arantxa Ursua.

En la fase de ascenso de este año, siete equipos, ganadores de sus respectivas competiciones autonómicas, pelearán en un torneo relámpago de dos días. El conjunto que se imponga tendrá que superar un último escollo, un play-off de ida y vuelta frente a Hortaleza, colista de División de Honor. Subir es tan complicado como atravesar un campo de minas.

El sorteo no ha sido nada benévolo. Los siete equipos se dividen en dos grupos, uno de cuatro y otro de tres. Los mejores de cada grupo pasan a la final, cuyo ganador se proclamará campeón de la categoría. A las iruindarras les ha tocado pelear con Complutense Cisneros (Madrid), equipo que bajó de División de Honor el año pasado, y CAU Valencia, que fue subcampeón en la segunda división. Ambos rivales también se plantan en Valladolid sin conocer la derrota.

«Los equipos madrileños tienen una liga de mucho nivel. Cisneros bajó el año pasado y el equipo está en transición, porque hay muchas veteranas que se han retirado, pero es un equipo a tener en cuenta», explica Ursua. Respecto al CAU indica que «la liga valenciana está creciendo cada año y la selección valenciana va muy bien».

No obstante, la apertura de La Única no descarta dar la sorpresa en los campos Pepe Rojo de Pucela. «Confiamos en el trabajo de toda la temporada y vamos animadas. Tenemos opciones, pero nos ha tocado un grupo difícil y en el otro está El Salvador, que jugando en su casa va a tener mucho potencial».

Suceda lo que suceda este fin de semana, lo más importante es que el futuro del rugby femenino en Iruñea parece estar bien encaminado. «La verdad es que en La Única, desde hace 6 o 7 años, se está trabajando muy bien con las categorías inferiores y hay muchas chavalas».

«Yo, que he conocido cuando éramos las que éramos y para conseguir chicas andábamos con unas dificultades tremendas, el ver ahora a crías desde 7 a 8 años hasta 15 es muy ilusionante. En total habrá entre 35 y 40 fichas femeninas. Para un club modesto como La Única…», subraya.

Respecto al resto de Nafarroa, comenta que el club de Tutera, Gigantes, tiene «unas cinco o seis chicas. Están en proceso de creación de equipo. En rugby es difícil montar un equipo –se necesitan unas 25 personas vestidas de corto, más el cuerpo técnico y las instalaciones–, y femenino más. Hay ofertas de otros deportes y que se animen a jugar a rugby lleva su trabajo».

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