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PERFIL

El «Director» del horror de 1936


Emilio Mola fue el cerebro que desencadenó la Guerra del 36, ya que como «Director» de los sublevados, fue el militar que se encargó de diseñar y ejecutar el golpe militar que debía acabar con el Gobierno de la Segunda República española, pero que terminó degenerando en una contienda que se prolongaría durante tres años.

Tras la victoria electoral del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, el nuevo Ejecutivo decidió alejar de los puestos neurálgicos del Ejército a aquellos generales que consideraba más peligrosos, como era el caso de Mola y de Franco.

En un tremendo error, el Gobierno de Casares Quiroga destinó a Mola al Gobierno Militar de Iruñea. Desde su puesto en el Palacio de Capitanía (actual Archivo General de Nafarroa), Mola podía contactar en persona con el carlismo navarro, que se venía preparando desde hace cuatro años para intervenir en cualquier momento contra el poder republicano.

Mola y la dirección carlista no terminaban de ponerse de acuerdo y entonces director de “Diario de Navarra”, Raimundo García «Garcilaso» y Tomás Domínguez Arévalo, conde de Rodezno y uno de los históricos del carlismo navarro, intervinieron decisivamente para que ambas partes se coordinaran y decidieran sublevarse de manera conjunta contra la República el domingo 19 de julio. Mola se hizo con la situación en Nafarroa y empezó el encarcelamiento y eliminación físico de los partidarios del Frente Popular, con más de 3.000 ejecuciones. Obtuvo el control de Gipuzkoa a sangre y fuego y se dirigió a Bizkaia, amenazando con destruir todo este herrialde si no se rendía. Poco después, se registró el bombardeo de Gernika, precedido por el de Durango.

Murió el 3 de junio de 1937 en un accidente de avión en la provincia de Burgos cuando se dirigía a Segovia para supervisar sus tropas. Con su fallecimiento, ningún otro general era capaz de rivalizar con Franco como líder indiscutible de los sublevados.