¿Suficientemente preparados?

Debutan niños de 13 o 14 años, el portero del Milan tiene 16, la nueva estrella del Benfica 17 y el diamante del Dortmund 19.

‘‘Me das tu camiseta’’ es el mensaje que llevaba sosteniendo en sus brazos durante meses un jovencísimo aficionado xeneize en La Bombonera hasta que en el último encuentro de Boca, ‘El Apache’ Carlos Tévez se acercó a él y le regaló su remera. Por gestos como este, «los bosteros son como los chinos: muere uno y nacen dos», que diría el gran exjugador y entrenador Carlos Bianchi. Pero como acertadamente sugirió alguien, «ver fútbol es como ver sexo: está bien, pero es mejor practicarlo». Así que futbolistas prematuros, casi niños, pasan de la noche a la mañana a exponerse no solo a los focos mediáticos, ni a ser visualizados una y mil veces en Youtube, sino a scoutings de medio mundo en busca otrora del nuevo Maradona o el nuevo Messi y hoy ávidos de diamantes en bruto a los que pulir para futuros traspasos millonarios.

Hace unas pocas semanas se hizo viral en las redes sociales la figura de un crío de apenas 14 años al que el Galatasaray turco hizo debutar en un amistoso. Mustafa Kapi se llama el chaval. La cosa hubiera sido anecdótica si pocos días antes no nos hubiese hecho parpadear la figura más menuda de un chico marfileño de solo 13 años, de nombre Karamoko, sí, Dembele y al que el Celtic de Glasgow había puesto a jugar unos minutos con los sub´20 de los Hoops. El revuelo mediático fue tal que el técnico del primer equipo Brendan Rodgers, ex del Liverpool, tuvo que solicitar de manera pública que se le dejara tranquilo. Fichado este pasado verano tras destacar en un torneo de chavales, todo el mundo se sabe ya su peculiar nombre, aunque el técnico de los católicos avisa de que «tiene mucho talento, pero solo es un niño y no deja de tener 13 años».

Como decía el en otros tiempos gran oráculo de Lezama Piru Gainza, «el presidente no necesita que le digan quién ha jugado bien y quién mal. Eso lo sabe cualquiera. Lo importante es que le diga quién va a jugar bien dentro de dos años». Y de eso se trata. De acertar. Lo hizo, y vaya, el Milan en su día con el jovencísimo portero Gianluigi Donnarumma, de apenas 16 años, consolidado ya en el arco rossonero y al que todos colocan como relevo de su tocayo Buffon, quién sabe si en la mismísima Juventus. Una Juve que este fin de semana convocó para recibir a Udinese a un prometedor jugador de también 16 años, Moise Kean, que de haber jugado unos minutos hubiera sido el primero nacido en este siglo en hacerlo en la Serie A. Le comparan ya con Mario Balotelli y es que ¿saben quién es el representante del joven talento? Pues sí, el mismo que ‘Balo’, el hombre que convierte en oro todo lo que toca, Mino Raiola, como a Pogba, Ibrahimovic o Lukaku.

Debuta Mikel Merino

De momento al que le llueven las ofertas, dicen, desde el Madrid o el Bayern, es a otra promesa en ciernes, casualmente también de solo 16 años, y que destaca en el Metz de la Ligue 1. Hablamos de un luxemburgués de nombre Vincent Thill, así que quédense con su nombre por si acaso. Como háganlo con el central de 17 añitos del líder Niza, llamado Malang Sarr. Y es como si en adelante cada jornada en Europa un joven talento despertara al mundo del balón. En Portugal se frotan las manos con José Ze Golo Gomes, el canterano de 17 años del Benfica que acaba de debutar con ‘Las Águilas’ en la Champions, nacido en Guinea-Bissau, le comparan con el mítico Nené que marcara 363 goles en diez años para los lisboetas. Por cierto, ¿saben con quién acaba de ‘fichar’ como agente? Con el más grande, Jorge Mendes. En el rival Oporto, su nueva perla es un ‘9’ llamado André Silva, 20 años, ocho goles en los últimos siete partidos y una cláusula de ¡60 millones!

El sueño de Ousmah Manneh es el mismo, pero salpicado de pesadillas. Esta jornada le dio la victoria al Werder Bremen alemán. El joven de 19 años no se lo creía. «¿Estoy soñando?», se preguntaba al final del encuentro. Tan solo dos años antes huía de Gambia junto a su familia, uno de los millones de africanos que buscan una nueva vida en Europa, primero en un campo de refugiados como él, luego gracias a sus dotes balompédicas en la cantera de los ‘músicos’, un contrato profesional y este fin de semana su primer gol.

Quien se estrenó con sus primeros minutos en la Bundesliga fue el exosasunista Mikel Merino. Lo hizo de central, formando de titular en un Borussia Dortmund desdibujado por las múltiples bajas –Marco Reus cuatro meses ya– y cuyo entrenador puso en liza un once con una media de edad de 22,9 años; cuatro de los jugadores no superaban siquiera los 20 años. Los renanos no pudieron pasar del empate en su estadio, que celebraba la visita del espectador 40 millones. El gol local lo anotó... Ousmane Dembélé, sí, 19 añitos y un futuro irresistible. El futuro parece de ellos.

Bayern, Hoffenheim, Colonia y RB Leipzig son los únicos cuatro invictos al llegar a la séptima jornada, en la que los bávaros de Carlo Ancelotti volvieron a empatar por segunda semana consecutiva y a Xabi Alonso algunos le empiezan a llamar allí «prejubilado», al culparle de estos resultados. Y lo dice ‘‘Bild’’, diario de cabecera en Munich.

Mauro Icardi en pie de guerra

En Inglaterra, era ‘‘The Sun’’ el que acusaba a José Mourinho de haber puesto el ‘autobús’ en el clásico Liverpool-United de este lunes, un duelo que acabó 0-0, con mucho ruido y pocas nueces, David de Gea y Ander Herrera salvadores de los Devils.

Un United ultradefensivo en una competición en la que ya son siete los equipos que han echado mano en algún momento de la defensa de tres. De momento sin demasiados resultados. El City de Pep Guardiola tropezó en casa ante el Everton, 1-1 con gol de Nolito, y dos penaltis fallados para los locales. Los Citizens acaparan la posesión en la Premier, el 60,3% de media por partido, pero no son ni de lejos los que más ocasiones generan. Así las cosas, los siete primeros clasificados están en un abanico de 5 puntos. El más beneficiado es un Arsenal que comparte liderato con el City, y todo gracias al gran estado de forma de una de esas fulgurantes jóvenes figuras que con el paso del tiempo y unas cuantas turbulencias han alcanzado la madurez, como es Theo Walcott. Marcó el alemán Mesut Özil y se lo dedicó como siempre, desveló, a su sobrinita Mira.

En la Serie A, uno de los gestos de la jornada fue el del genial argentino Paulo Dybala, 22 años, que no solo hizo doblete para la Juventus y le dio la victoria sino que se lo dedicó a su compañero Bonucci por la enfermedad que padece su hijo. En la grada, la afición también se acordó de Buffon y su error de días atras: ‘‘Incluso Superman a veces es solo Clark Kent. Buffon siempre es nuestro superhéroe’’. La Vecchia Signora sigue en el liderato, con cinco puntos sobre una Roma que ganó 1-2 en casa del Napoli en el Derby del Sole, con dos tantos del bosnio Edin Dzeko, nuevo capocannonieri del campeonato con siete dianas.

Pero en el Calcio no se habla de otra cosa que de Mauro Icardi y su biografía. O mejor, lo que en ella dice sobre el enfrentamiento que en su día tuvo con la hinchada nerazzurri más vehemente, en febrero, cuando el argentino lanzó retador su camiseta a la grada y los suyos se la devolvieron con desprecio. «Estoy dispuesto a enfrentarme a todos ellos uno a uno. Quizá no sepan que he crecido en uno de los barrios sudamericanos con mayor criminalidad, con cádaveres por las calles. ¿Cuántos son? ¿Cincuenta, cien, doscientos? Perfecto pues hacedles saber que traeré a cien criminales de Argentina que los matarán allí mismo», escribió.

Esta jornada, los radicales en San Siro la tomaron con él por comentarios como ese, pancartas desafiantes, «bastardo, mercenario» le llamaron, Icardi falló un penalti, el Inter perdió en casa, la bronca creció, ultras le esperaron en su domicilio, el club estudió retirarle su capitanía... Calcio dantesco. Un conocido ex del fútbol italiano como Christian Vieri dijo una vez que «en el fútbol, como en la vida, si no maduras rápido no tienes sitio». Y es que en el fondo, «la vida en sí misma no es más que un partido de fútbol», que escribiera Walter Scott, autor de ‘‘Ivanhoe’’. Icardi, ¿héroe o villano?