2016 ABEN. 23 EDITORIALA Una pieza importante para el puzzle de la resolución EDITORIALA Cinco años después de Aiete, resulta innegable que el camino hacia la resolución del conflicto está siendo más enmarañado de lo previsible debido a las piedras puestas por los estados, pero también es cierto que con voluntad política, iniciativa e imaginación siempre cabe hallar senderos que continúen hacia la cima. Las incesantes trabas de Madrid y París enseñan que lo auténticamente relevante no es lo que los estados no hacen o directamente deshacen, sino lo que los vascos rehacen con ello. La reacción frente a la operación policial de Luhuso tanto al norte como al sur de Euskal Herria muestra como la represión esta vez se ha vuelto contra sus ciegos y obtusos perpetradores. Hoy el apoyo a una solución sensata y definitiva para el desarme es más amplio, más activo y más consensuado que hace siete días. Sin llegar a la pluralidad y definición de la Declaración de Baiona de 2014, el texto conjunto firmado ayer entre otros por PNV, Geroa Bai, EH Bildu, núcleos de Podemos, ELA y LAB es un paso relevante, porque supera no pocas discrepancias, algunos malentendidos y ciertas contaminaciones por prejuicios o partidismos en este terreno. A la explicitación conjunta del afán de avanzar se le suma el elemento siempre potente de la autointerpelación, porque no solo se emplaza a los estados, sino que se define un papel para las instituciones de Iruñea, Gasteiz y Baiona y «las organizaciones representativas de la sociedad civil». La resolución ha tomado el aspecto de un puzzle que hay que ir completando sin instrucciones, sin imagen de referencia. Esta pieza resulta importante, por sí misma y porque al lado pueden y deben encajarse otras similares (o más plurales aún) sobre cuestiones como los presos. Este acuerdo de Bilbo, de hecho, no hubiera sido posible sin otra pieza anterior: la unidad en Ipar Euskal Herria. Ir trabando formas diferentes y sumando manos a la tarea es el modo de acabar esta ingente labor y hacerlo además como un éxito vasco, no una concesión española ni francesa.