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EDITORIALA

Hamon: aun ganando, infeliz a su manera


Benoît Hamon se ha impuesto holgadamente a Manuel Valls en las primarias del Partido Socialista francés y será candidato en las próximas elecciones presidenciales. Una cita que, tras el Brexit y la victoria de Trump, servirá como barómetro de la desafección pública, en un contexto donde los partidos socialdemócratas tradicionales, la izquierda del stablishment, salvo en Portugal, están colapsando y luchan a duras penas para seguir siendo relevantes. Hamon ha logrado saltar esta valla en un momento de pánico existencial para el PS. Su victoria podría ser humillante si, según indican todos los sondeos, cae en la primera vuelta de las presidenciales. Y es que lo que está en juego no es solo su candidatura. También lo está la existencia, medio siglo después de que Mitterrand lo reinventara, de un PS con una reputación muy dañada y profundamente impopular.

Considerado como un radical del ala izquierda del partido, un estudioso de la obra de la ideóloga del populismo de izquierda Chantal Mouffe, Hamon ha ganado con una propuesta radical. Defiende trabajar menos y ganar más, apoya las 32 horas semanales, una política económica donde el éxito no sea medido en función del ratio de crecimiento del PIB, la legalización del cannabis, imponer tasas a los robots industriales y un salario básico universal de 750 euros. Unas ideas que el derrotado Valls tildaba de ruinosas, de promesas inalcanzables, de suicidio electoral; en sus palabras, «una vía directa hacia la derrota segura».

La pugna entre Hamon y Valls ha mostrado un PS dividido y plagado de confusión ideológica. Ante la cita primaveral, con un electorado cada vez más escorado a la derecha, el primero intentará compactar a una izquierda sin narrativa para unir a las clases trabajadoras. Muchos votantes del segundo optarán por el movimiento «ni de izquierdas ni de derechas» de Macron. Aun ganando, Hamon tiene motivos para estar infeliz a su manera. Pero nunca se sabe. Como decía Napoleón, sólo aquel que teme ser conquistado está seguro de su derrota.