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ALAVÉS

Pragmatismo para hurgar en la herida del rival

Con una alineación repleta de teóricos suplentes, superó a un Sporting que no mejora defensivamente. Es la primera vez que el Glorioso marca cuatro goles a domicilio en un partido de Primera División.


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Seriedad y pragmatismo. Esencia de un Alavés que cada vez juega con más dinamismo y con automatismos. Los jugadores se entienden, juegue quien juegue. Pellegrino optó por alinear a los jugadores menos habituales –Feddal y Pacheco fueron los únicos que jugaron de inicio en Balaídos– para enfrentarse a un Sporting de Gijón que soñaba con acercarse a los puestos de salvación. 

En el Alavés también rondaba el partido de vuelta de la semifinal de la Copa, que a priori se disputará el miércoles a pesar del comunicado del club gasteiztarra pidiendo aplazar dicho duelo. Pero Pellegrino hizo suyo el famoso discurso de su compatriota Cholo Simeone. Partido a partido. Y su equipo lo demostró esgrimiendo la actitud seria que requiere cualquier partido. 

Cierto es que ya para el minuto cinco el Sporting de Gijón había dado un par de avisos, uno de ellos con una jugada polémica en la que pedían penalti cometido por Vigaray. Pudo haber cambiado el partido y puede que en estos momentos estuviesemos hablando de otro resultado. La realidad fue que cinco minutos después, Krsticic salió de la cueva tras robar la cartera, envió un balón largo a Katai y el serbio cedió a un Rubén Sobrino que había ganado la espalda de Amorebieta. El ex del Girona, muy habil, batió a Pacheco con un disparo raso para marcar su primer gol liguero y poner el 0-1 en el luminoso de El Molinón. El gol provocó tantos desajustes en la escuadra de Rubí que, tan solo un minuto después, Edgar se plantó ante un Cuéllar que evitó el gol con la rodilla.

El Alavés tenía el partido donde quería. Mediante faltas anulaba el juego combinativo del Sporting, al que le costaba una vida acercarse con peligro a la portería de Pacheco. La mejor ocasión de los locales fue un centro raso, peligroso porque había muchos pies alrededor, pero que atrapó con seguridad el guardameta albiazul, con el brazalete de capitán en la tarde de ayer.

Las jugadas de estrategia permitieron coger aire al cuadro rojiblanco, por lo menos espabilar frente un Alavés contundente y ante los nervios de sus propios aficionados, que por lo menos se agarraban a la esperanza en cada acción a balón parado.  

 

Lluvia de goles

Ante la comodidad del Alavés jugando a domicilio, Rubí se vio obligado a hacer algún cambio y el elegido para intentar revertir la situación fue Burgui. Asediaron a la escuadra de Pellegrino en los cinco minutos iniciales, tal y como pasó en la primera mitad. Al menos fueron capaces de embotellar al Alavés y Canella, sin marca dentro del área, cruzó demasiado su disparo. La afición lo agradeció, hasta que llegó la jugada que marcó el partido. Vigaray fue derribado dentro del área cuando se disponía a centrar y el linier advirtió de un penalti a Gil Manzano. Santos asumió la responsabilidad y puso en la escuadra el disparo desde los once metros, imposible para Cuéllar.

Fue un duro golpe para el Sporting de Gijón que empezó a jugar más con el corazón que con la cabeza y la impotencia empezó a hacer mella. Edgar pudo ampliar el marcador tras un buen pase al hueco de Katai pero el tinerfeño no marcó su gol hasta que el colegiado señaló una segunda pena máxima a favor del Alavés. Deyverson, que acababa de entrar al verde, fue al suelo aquejado de un codazo de Amorebieta. La jugada, en un saque de banda, era fácilmente evitable pero el central pecó en su intento de impedir que el brasileño tocase balón. 

El Alavés se relajó con el 0-3 y en dieciséis minutos, hasta que llegó el gol de Traoré, en su debut, en el minuto 84, lo más vistoso —además de cinco tarjetas amarillas– fueron los sendos intentos de Amorebieta y Burgui que no supusieron ningún peligro para Pacheco. Traoré acortó distancias pero se encontraron con un Romero con hambre de demostrar su valía. El reciente fichaje albiazul tuvo el gol en sus botas al quedarse solo ante Cuéllar tras un buen desmarque. El paraguayó se durmió e Isma López evitó el disparo del ‘10’ babazorro. Sin embargo, en la próxima aproximación, en la segunda jugada de un saque de esquina, Romero se encontraba, una vez más, sin marca alrededor del área. El paraguayo se zafó de Vesga y su centro, superando a Cuéllar, lo remató a placer, sin oposición y en el segundo poste, Alexis Ruano. 

El cuarto gol borró cualquier atisbo de esperanza que quedaba en el tramo final. Carlos Castro también se unió al festival de goles y acortó distancias en una jugada personal. Su no celebración reflejaba a la perfección la situación en la que vive el Sporting de Gijón: estancado en ese antepenúltimo puesto, con trece puntos y a cinco del equipo que marca la salvación, el Leganés, que será su próximo rival. Si la cara ‘B’ del fútbol lo mostraba el club gijonés, la cara ‘A’ era del Alavés, que suma 27 puntos y aleja el descenso a 14.

 

«Estoy muy agradecido a nivel personal»

Mauricio Pellegrino compareció en la sala de prensa del estadio El Molinón muy satisfecho al sumar el primer triple del año 2017. «El equipo ofreció una imagen de solidez desde el inicio del duelo», recalcó el entrenador albiazul. Por ello y por la seriedad que mostró el equipo, la mayor satisfacción del de Leones fue ver lo competitivo que fueron a pesar de alinear a nueve jugadores teóricamente suplentes: «Estoy muy agradecido a nivel personal por este partido porque los que han tenido pocos minutos hasta ahora han competido muy bien».

«Planificamos el partido sabiendo el número de encuentros que teníamos por delante», explicó un Pellegrino que está muy ilusionado con la Copa. 

El argentino no quiso entrar a valorar la situación complicada de su rival de ayer y optó por decir que «en el fútbol las cosas cambian de una jornada para otra». 

Rubí, por su parte, mostró su malestar al reconocer que encajan goles fácilmente: «Todos los goles de hoy son evitables». «Ha sido un mazazo tras otro», concluyó. A.URKIRI

 

El club babazorro pide aplazar el partido de vuelta de la semifinal de Copa

Ante la suspensión del encuentro entre el Celta y el Real Madrid, el club albiazul publicó un comunicado pidiendo el aplazamiento del partido de Copa que disputarán frente al equipo vigués el próximo miércoles, pero todo parece indicar que se jugará en la fecha prevista.

 

Oscar Romero debuta en un partido liguero con una asistencia de gol

Oscar Romero, reciente fichaje del Alavés debutó con la elástica albiazul en un partido liguero. Sustituyó a Katai y en total disputó veinticinco minutos ante el Sporting de Gijón y asistió a Alexis en el cuarto gol. El paraguayo también dispuso de una ocasión clara de gol. En Balaídos, en Copa, jugó sus primeros minutos.