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Pelota

El estado de gracia de Oinatz vulgariza a Aimar

El de Leitza fue superior en todas las facetas del juego ante un rival que nunca dominó la cancha.


OLAIZOLA II 13

BENGOETXEA VI 22


Las jerarquías también se imponen en esto de la pelota y en los últimos tres años Oinatz Bengoetxea se ha labrado un status que hace que, independientemente de cuál sea la modalidad en la que se compita, son muy pocos los pelotaris capaces de hacerle frente. Su sola presencia intimida y hasta un Aimar Olaizola que confesaba llegar en un gran estado de forma se vio vulgarizado por el estado de gracia del delantero de Leitza.

Al término del partido, el vencedor manifestaba haber jugado uno de los mejores partidos de su vida, mientras que apenas minutos después, el pelotari eliminado se lamentaba de no haber jugado lo suyo y de haber firmado una de sus peores actuaciones en un duelo individual de este calibre. Suele ser complicado establecer cuál de los dos factores tuvo más peso en el desarrollo del choque, como siempre, se juntaron ambos, pero lo que nadie discute es que Bengoetxea fue muy superior a un rival que nunca dio la sensación de dominar la cancha, algo muy poco frecuente en su caso, más incluso que el 13-22 final.

Superior en todo

Porque salvo en un arranque en el que a ambos les costó defender su saque –Aimar hizo su primer tanto teniendo el saque en el 8-18–, el de Leitza fue netamente superior en todo. Así, mientras a Bengoetxea VI se le vio con chispa, especialmente en el resto de zurda, la derecha de Aimar no gozaba una pelota, si los saques del azul morían en la pared, los del rojo se frenaban en ella... ni el acierto en el remate acompañó a un campeón que ayer pareció del montón.