2017 MAI. 03 GUTUNAK A Justo de la Cueva ELIAS ANTON MURGIONDO Iruñea En estos tiempos de vejez suceden estas cosas, los amigos y amigas deciden marcharse sin avisar y eligen la tierra para descansar y seguir existiendo en la naturaleza en forma de cualquier tipo de simbiosis viviente. Has seguido el camino de Margari y con ella te encontrarás en Otsoportillo, cenizas con cenizas, pues nunca asumiste aquella separación temprana y tu declive así lo demostraba. Son muchos los recuerdos que perduran sobre tus militancias y convicciones y (como Tasio) deseo dedicarte unas líneas (con el permiso de GARA) a modo de homenaje y cariño. De los 21 «locos» de Moscú y su Plaza Roja hay algunos que te precedieron (Justi, Zerrato, Josetxo...), pero aquellas noches de vodka y estrellas rojas luminosas siempre quedarán como parte de una vida inquieta y solidaria. Las discusiones sobre Trotski y Stalin (Koba) te encendían, pues no entendías que yo fuera (soy) estalinista y que bromeara sobre la «orden del piolet» como aportación conmemorativa. En algo sí coincidíamos y era en la aportación soviética (26 millones de muertos) para evitar que hoy estuviéramos hablando alemán en toda Europa y buena parte del mundo, con razas seleccionadas y una cruz gamada como bandera. Te instalaste en Euskal Herria y desde tu marxismo militante no dudaste en apoyar y militar en Herri Batasuna. Tus ideas siempre emergían como brotes primaverales, tus libros sobre nuestro pueblo (“Euskadi ¿donde vas? ¿Por qué? / La crisis de CINDU-Euskadi”, setiembre de 1982, 2 volúmenes, o “Negación vasca radical del capitalismo mundial”, entre otros) fueron una aportación militante que se quedan entre nosotros y para la historia. Un poco pesadito también eras y monotemático, pero como «ratón de biblioteca» y analista en ejercicio, se te perdonaba (no todo el mundo) y así sobrevivimos estas últimas etapas. Me imagino que para tu nuevo viaje te habrás llevado a Gramsci, Togliati o a Marx y "El Capital", y como vasco de adopción como Bergamín, no dudarás en buscar al gran comunista vasco, Juan Astigarrabia, para charlar sobre el innegable derecho de autodeterminación que necesita Euskal Herria para subsistir. Que la tierra te sea leve y que en ella encuentres lo que necesites para ser feliz con Margari.