Loco

Tenía asumido que de poeta, médico y loco, todos tenemos un poco. Pero hoy con un día gris me cuesta más hacerme creer desde el refranero y más tratando de la enfermedad mental que es algo tan amplio y tan concreto a la vez, que no se debería hacer muchos chistes sobre la misma pues si algo ha sido estigmatizado desde la religión y otros estamentos de poder es precisamente a los que no cumplen estrictamente con el prototipo de su comportamiento social estandarizado.

Pero hay gente que anda con el mote de “El Loco” y después se le añade un apellido. Televisivamente en el programa de fútbol de madrugada, “El Chiringuito”, aparece el apellidado Gatti. Fue portero en Argentina, es un madridista recalcitrante y se las tiene desde hace meses con otro contertulio, sevillano, Cristóbal Soria, muy del Barça. Hace unas semanas le estuvo amenazando el portero al tertuliano y la otra noche esa amenaza se convirtió en un intento de agresión en directo, que probablemente es lo que hace falta a ese programa para alcanzar un poco más de audiencia morbosa. Que se líen a hostias.

Esa noche, por indisposición no estaba Josep Pedrerol, y sus sustitutos tuvieron que bloquear a el Loco, porque iba a darle  de verdad por una provocación tan subjetiva como que Soria aseguraba que los jugadores de fútbol están por el dinero y que si llega un incentivo monetario, los famosos maletines, se dejan querer y lo aceptan. Esa era la ofensa. El Loco se lo tomó personalmente y le advirtió en perfecto castellano: «¡Te voy a matar!». No se sabe si alguno o los dos serán dados de baja por la dirección o les aumentarán el cachet. La última pelea que se recuerda en directo fue en un programa de cotilleo en la televisión valenciana entre dos famosillas sobrevenidas. Ambas tuvieron larga vida televisiva posterior.