Nibali se cuela en la fiesta de Landa

El corredor italiano se impuso en la etapa reina en un mano a mano en el que, en la última curva, estuvo más listo que el alavés.

La etapa reina del Giro, el del Centenario y, además, con los pasos por el Mortirolo y el Stelvio, era el lugar más indicado para resarcirse para alguien que venía a esta carrera con la esperanza de terminar en lo más alto y al que, de buenas a primeras, una caída le dice que no, que piense en otra cosa, que ganar la carrera o el podio son imposibles. Este es el caso de Mikel Landa (Sky) para quien la etapa de ayer, la reina, podía ser una forma de consolar las penas.

Sin embargo, no pudo encontrar peor compañero con el que jugársela a una carta. Vincenzo Nibali, el italiano del Bahrain, un depredador al que por algo llaman “El Tiburón del estrecho”, debido a su carácter y a su procedencia siciliana. Cuando alcanzó a Landa en el descenso del último puerto nos quedaba la esperanza de que se conformara con sacar tiempo a Quintana y los demás, y dejara la etapa para el corredor del Sky. ¡Ino- inocentes! No se le pasó por la cabeza ni por un instante.

Aun así, Landa llegaba por delante a la última y decisiva curva, a 100 metros de meta. Mientras, a Nibali le gritaban por el transmisor que entrara en ella el primero a toda costa. No pudo hacerlo, pero el vasco se equivocó, abrió demasido la trazada y dejo hueco al de Mesina, ocasión que no desaprovechó.

Inoportuno apretón

Por detrás de los dos protagonistas entró el colombiano Nairo Quintana (Movistar), a quien no se le vio cómodo en ningún momento. Logró arañar dos minutos a Tom Dumoulin (Sunweb), pero no fue tanto por su superioridad como por el inoportuno apretón intestinal que le entró al holandés cuando iba a comenzar la ascensión al último puerto, que le obligó a detenerse a un lado de la carretera.

Jornada rompepiernas

Hoy se disputará la decimoséptima etapa entre Tirano y Canazei, de 219 kilómetros, una jornada rompepiernas con un comienzo con las duras rampas de Aprica y Paso del Tonale y un final suave vistos los que les esperan desde mañana.

No tiene nada clara la lucha por la Montaña

La paliza que se dio ayer Landa no le valió para ganar la etapa, aunque le quedó el consuelo de liderar la clasificación de la Montaña. Tiene 124 puntos, por delante de los 108 de Luis León Sánchez, los 85 de Omar Fraile y los 62 de Nairo Quintana.

Es, por tanto, un objetivo que está al alcance del alavés, si bien en su mente sigue la idea de ganar una de las etapas de montaña que restan. Por ello, cuando tras concluir la etapa le preguntaron por ello, respondió con un escueto «ya veremos». GARA