Trump desanda parte del camino iniciado por Obama en relación a Cuba

Trump anunció ayer la cancelación con efecto inmediato del acuerdo con Cuba impulsado por su predecesor. Según un funcionario de la Casa Blanca, la nueva política de Washington no pretende modificar aspectos fundamentales de la fase iniciada en 2014.

El presidente dijo ayer en Miami que su país está dispuesto a negociar un nuevo acuerdo que «tenga sentido». Además, instó a realizar «elecciones libres y supervisadas» en Cuba y a liberar «prisioneros políticos».

«Estoy cancelando el acuerdo completamente unilateral con Cuba de la administración previa», manifestó en un abarrotado teatro de Little Havana. El mandatario limitará sustancialmente los viajes a Cuba de los estadounidenses y prohibirá a las empresas de su país hacer transacciones con compañías cubanas controladas por las fuerzas armadas y los servicios secretos, según la Casa Blanca. Esta última medida tiene en el punto de mira a GAESA, el brazo empresarial de las fuerzas armadas cubanas, que expertos en EEUU estiman que controla el 60% de la economía de la isla y el 80% del sector turístico.

Los cambios anunciados no desmantelan sin embargo la política cubana de Obama, que retomó las relaciones diplomáticas con La Habana tras más de 50 años con ellas rotas: las embajadas seguirán abiertas, los vuelos comerciales directos y los cruceros continuarán y las remesas seguirán fluyendo.

«Aunque no dan marcha atrás del todo a la apertura de Obama, las acciones de Trump han devuelto las relaciones entre EEUU y Cuba a la prisión del pasado, reduciendo las perspectivas de reforma dentro de Cuba», opinó Ben Rhodes, destacado asesor de Barack Obama.