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BALONCESTO

Valencia Basket, el triunfo de quien nunca se rindió

La escuadra taronja ha superado su historia y su propia fatalidad para sumar al fin un título de Liga ACB.


Tres finales jugadas, una derrota dolorosísima y una inesperada victoria en la competición más difícil. Valencia Basket se ha valido del cansancio de los equipos que han jugado la Euroliga para hacerse con la Liga ACB, pero la regularidad que han mostrado a lo largo del año, y sobre todo su tenacidad a la hora de encarar los momentos más complicados les ha traído un premio que nadie esperaba.

«Cuando consigues las cosas después de mucho esfuerzo y superar problemas, te sabe mejor. Es un momento muy feliz», reconocía el técnico Pedro Martínez tras festejar su primera Liga ACB ante 5.000 aficionados.

Valencia Basket se ha postulado durante años como una alternativa al poder de los futboleros Real Madrid y Barcelona, Saski Baskonia y, eventualmente, Unicaja. Pero jamás había llegado hasta la fecha a imponerse a esos rivales. Solo una vez, cuando en 1998 estrenaron su palmarés al conquistar la Copa –eliminando a Saski Baskonia, Valladolid y Joventut–, obtuvieron tal éxito, porque desde entonces jamás han logrado tal propósito. De hecho, sus títulos llegaban en la ULEB Cup o la Eurocup –2003, 2010 y 2014–, cayendo en sus cuatro finales coperas: 2000, 2006, 2013 y 2017.

Pero en la ACB solo jugaron la final de de 2003, perdiendo por 3-0, y se han quedado en el camino en ocasiones de la forma más cruel –como la derrota ante el CAI Zaragoza en los play offs de 2013, en los que cayeron en el desempate en casa tras haberse impueso por 80-42 en la primera jornada y perder en Zaragoza por 122-120 después de tres prórrogas. O la derrota por 2-3 ante el Barça en las semifinales de 2015, en la que todos los partidos terminaron con triunfo visitante, el último con un tiro ganador de Huertas–. Hasta que llegó este extraño play off.

«Cuando me preguntaron qué esperábamos de la temporada, respondí que el objetivo era ganar la Liga», evocaba Bojan Dubljevic. «Me llamaron loco; y es verdad, estoy muy loco... ¡Pero la Liga es nuestra!», exclamaba. «Hemos trabajado duro y hemos estado juntos cuando nos ha ido mal. Ganamos porque somos una familia», sentenciaba.

Aquel «no triple» de Renfroe

En perspectiva, la eliminatoria más difícil para el cuadro taronja fue contra el Barça. Valencia Basket es un equipo sin nombres muy brillantes pero buen juego... Eclipsado por la derrota sufrida en el desempate de la Eurocup, en el que pasaron de ir ganando 56-43 a caer por 58-63.

Con todo y eso, aquel Valencia Basket que maravilló en la Copa en Gasteiz, pese a caer por 97-95 ante el Real Madrid en la final –con el Buesa Arena volcado por los taronjas–, partía de favorito ante el peor Barça del siglo XXI: machacado por las lesiones, con mal ambiente, con el proyecto de Bartzokas haciendo aguas... Quizá por ello, Valencia Basket acusó la presión en el desempate, y más cuando Tyrese Rice comandó la remontada culé. Una remontada que, con 66-64 y a 22 segundos, estuvo a punto de culminar Alex Renfroe con un «no triple» que pasará a la historia. Un «no triple» que dio dos vueltas en el aro y se salió, antes de caer a manos de un Pierre Oriola que simboliza lo que ha sido este Valencia Basket: un cuadro indomable.

«No caímos en el error de pensar en lo malo cuando perdimos en la Eurocup. Pese a que fue un varapalo duro, seguimos remando y jugando juntos... seguimos trabajando duro y con eso me quedo: con la perseverancia de este equipo que ha sido inmensa», recordaba el de Tárrega, uno de los estandartes de la victoria toronja en semifinales ante el Baskonia.

El desquite de San Emeterio

La movilidad de Oriola volvió loca la defensa baskonista, sobre todo en La Fonteta, así como los 24 puntos de Fernando San Emeterio para el 82-83 del primer partido en Zurbano.

«El equipo se ha agarrado al corazón que tiene, a nuestras ganas de luchar y al hambre de título que teníamos», reconocía el alero cántabro, que siete años más tarde de su «dos más uno» más célebre, volvía a estar en el ajo del primer campeón no futbolero desde 2010. Superando a los tres equipos de Euroliga y rompiendo el factor cancha en la semifinal y la final, y logrando ahuyentar sus fantasmas.

«Cuando este equipo perdió, se agarró a trabajar en el día a día», resumía Pedro Martínez. Valencia Basket nunca se rindió. Y por eso es ahora campeón.

Entre Pedro Martínez y Txus Vidorreta

De no haber ganado la Liga ACB, Pedro Martínez no hubiera seguido en Valencia Basket. De hecho, a última hora del sábado la web “Solobasket.com” afirmaba tajante que «Txus Vidorreta será el próximo entrenador» del club taronja.

Vidorreta ha hecho méritos de sobra como para ir a un club Euroliga, llevando a Iberostar Tenerife a su primer título, el Basketball Champions League. Pero Pedro Martínez está ahora en una posición de fuerza como para renovar un contrato que, formalmente, expiraba en el momento de acabarse la Liga ACB.

«Es el club el que decidió que hablaríamos al final de temporada y cuando pase algún día, cuando nos calmemos todos después del subidón, veremos si podemos llegar a un acuerdo. Estoy dispuesto a escuchar una oferta de renovación del club», explicaba ayer el técnico catalán al diario “Las Provincias”.

La identidad del inquilino del banquillo taronja, pues, continúa en el aire. A.G.