GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Cultural


Ya estamos con la burra a brincos. El encierro de TVE tiene patrocinador cultural y así lo dice una leyenda en la esquina superior izquierda de su pantalla. Es un anuncio de un chorizo. Y no es de Navarra. Su origen es de una carnicería riojana pero hoy Palacios es una multinacional que vende en medio mundo y es una de las promotoras de la mayor vejación culinaria: la tortilla de patatas congelada. Así que vemos un puro anuncio cortando chorizo con un cuchillo. Pero eso es cultural. Y lo es, claro, rotundamente. ¿Cómo no va a ser cultura el chorizo? Faltaría más.

Y en TVE lo cultural se enseña con unos descerebrados que están en el “almuercico” en un bar, haciendo gestos obscenos con el reportero. Huevos con txistorra, beicon, y jamón. Algo me sobra o estamos ante un hecho multicultural. Hemos visto de principio a fin el primer encierro. No vemos aportaciones novedosas en la realización, y eso es quizás, culturalmente, lo más importante. Se limitan a tirar de hemeroteca, de memoria y a entrevistar dentro de la cultura de la reiteración a un ganadero, Salvador Cebada, al que le pregunta una vez más, si cree que el encierro es bueno para que los toros a la tarde vayan a la muerte en mejores condiciones. Y la respuesta la sabemos todos. Y todas. Hasta las vacas que paren a esos animales que van a ser sacrificados para el jolgorio general. Eso sí, esta tortura es considerada cultura. He sentido nostalgia. Mi vida sanferminera corre en paralelo con la de Javier Solano. Yo ya me daba estos madrugones cuando el empezó y trajo un poco de orden y conocimiento. Antes eran opinadores trasnochados. Solano aporta seriedad. Y si él habla de casi treinta años, me miro en su espejo. Aporto alguno más. Es el gran invento globalizador de los sanfermines. He visto encierros en muchos hoteles de tres continentes.