2017 UZT. 18 EDITORIALA La agricultura campesina debate en Euskal Herria gara, donostia Ayer comenzaron los trabajos de la VII conferencia internacional de La Vía Campesina que se celebra por primera vez en Euskal Herria. Esta organización internacional, nacida en 1993 en los albores de la globalización neoliberal, está constituida por 164 organizaciones de 73 países de los cuatro continentes y representa a más de 200 millones de agricultores. Defiende la agricultura campesina como modelo para impulsar la soberanía alimentaria y promover la justicia social y la dignidad de los trabajadores rurales. En consecuencia se opone al modelo de agricultura industrial impulsado por las grandes multinacionales que destruye las relaciones sociales y la naturaleza. Los temas a debate en esta conferencia dan muestra de la interrelación entre la economía campesina y los problemas de un mundo globalizado. El acaparamiento de tierras por parte de las grandes industrias está provocando el desplazamiento de las comunidades campesinas, cuyos miembros terminan muchas veces emigrando. Además, la violencia empleada acaba cada vez más a menudo con la muerte de los militantes que defienden sus tierras, sus recursos y su modo de vida. Esa feroz represión ha llevado a La Vía Campesina a plantear en la ONU una declaración de los derechos de los campesinos con fuerza jurídica para proteger a las comunidades rurales. El interés por las tierras de los campesinos está auspiciado muchas veces por los tratados de libre comercio que se han convertido en una amenaza directa para la agricultura campesina. El intento de imponer a las comunidades rurales soluciones tecnócratas al cambio climático o las escuelas de agroecología son otros temas a discusión que dan cuenta de la importancia y vitalidad del movimiento. Los estudios pioneros del economista ruso A. Chayanov constataron la gran resiliencia de la agricultura campesina, capacidad que, sin duda, puede servir de guía para afrontar muchos de los problemas globales actuales.