2017 UZT. 23 LA CUESTIÓN CARCELARIA Kalera Martxa pide implicación real por el retorno de los represaliados Paso a paso Kalera Martxa arribó ayer a la tarde a Ondarroa donde, al igual que la víspera en Lekeitio, recibió el apoyo de cientos de vecinos comprometidos en la lucha porque presos, huidos y deportados puedan retornar a casa. Al mediodía, en los jardines del palacio Abaroa, desde esta dinámica se pidió una implicación real para alcanzar tal meta. Agustín GOIKOETXEA LEKEITIO Tras dos jornadas por las carreteras de Busturialdea, con cruce en embarcación del estuario de Urdaibai incluido, los participantes en Kalera Martxa emplearon la mañana de ayer para recobrar fuerzas en Lekeitio, de donde partieron a primera hora de la tarde con destino Ondarroa. Los marchistas no ocultan que está resultando toda una experiencia y se emocionan al recordar las muestras de apoyo que recaban en cada paso que dan. Sucedió también en su localidad de destino, donde cientos de vecinos les esperaban a las 19.00. Costó arrancar, después de una segunda jornada que, en opinión de varios marchistas, fue «dura», especialmente el tramo Ea-Lekeitio, recompensado con el recibimiento posterior. Ayer, la primera cita fue en los jardines del palacio Abaroa, allí se reunieron decenas de los que partieron el jueves del mercado de Gernika y nuevas incorporaciones, como las hubo la víspera en Bermeo. Con mimo, sobre una silueta del país, fueron plantando distintos tiestos de begonias en ella hasta completar la figura, que luego se encargaron de regar, con la pretensión de representar la esperanza en un futuro a construir conjuntamente. Leire Urrutia, de la dinámica Kalera Kalera, apuntó al simbolismo del sencillo acto. «Hay que plantar la semilla para seguir en la lucha hasta lograr la libertad de todos los represaliados», defendió la ex presa de Bilbo Zaharra, quien no perdió la oportunidad de agradecer el apoyo que les habían brindado por las localidades por donde habían pasado. «La gente se está volcando y mucho para hacer posible que Kalera Martxa sea una realidad», enfatizó. Mientras se ultimaba la plantación, el jarrillero Joseba Martínez Allende aguardaba el inicio de un breve acto, comentando que «el ambiente había ido in crescendo» tras una primera jornada de irse conociendo, aunque muchos fueron compañeros en la cárcel o el exilio y fue momento del reencuentro tras décadas de castigo para muchos de ellos y sus familiares y amigos. «La llegada ayer a Lekeitio fue un subidón», insistió. No todos los que participan en Kalera Martxa son vascos. En la primera etapa hubo un grupo de flamencos, uno de los cuales ayer continuaba, y también se habían sumado un irlandés afincado en Euskal Herria y una mexicana. El portugalujo reconoció que había sido «una experiencia». «Mi idea es llegar a Lakuntza. No sé si aguantaré. El cuerpo que tenemos no es el de hace 20 años, pero lo intentaremos», prometió. Hasta Ibarra irá el tolosarra Aritz López, satisfecho por la experiencia y por la respuesta cosechada por esta iniciativa de la izquierda abertzale. «Se ve que la problemática de los presos tiene fuerza y moviliza», señaló. En una breve comparecencia ante los medios, Oier Lorente subrayó que «en Euskal Herria no habrá normalización política mientras presos, huidos y deportados no regresen a casa». El ex preso donostiarra reclamó para ello «la implicación y el acuerdo» entre instituciones, agentes y la propia ciudadanía. «El debate de EPPK ha puesto sobre la mesa las claves para que los presos puedan salir a la calle», añadió Lorente, quien llamó a acudir al acto político que tendrá lugar el 30 de julio en HatortxuRock, en Lakuntza. Solidaridad con Hiriburu Para finalizar, los marchistas, provistos de sus chalecos reflectantes, botella de agua en la mano, posaron para los fotógrafos y mandaron su solidaridad hacia la huelga de hambre que habían mantenido hasta ayer varios jóvenes en Hiriburu por los presos y la resolución. «Es importante activar la cuestión de los presos, sacarla a la calle, activar la reivindicación que recoge Kalera Kalera», señaló el ex preso de Altza Adur Fernández, que se incorporó el viernes a la noche. También lo hizo Josemi Etxeandia, que participó en la etapa. «Está siendo muy emotivo encontrarme con gente que no había visto hace tiempo, con otros que he coincidido en la cárcel», explicó el larrabetzuarra, liberado tras cumplir toda la condena a pesar de padecer una grave enfermedad. «IBON KALERA» Tras recorrer catorce kilómetros, Kalera Martxa fue recibida en Ondarroa entre el sonido de la trikitixa y consignas de «Euskal presoak etxera». Ya en el casco urbano, txistularis y una pancarta con el lema «Ibon etxera» encabezaron la kalejira reivindicativa.