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«Una especie de familia»

Sobre las adopciones ilegales en Argentina


Son muchas ya las películas que han tocado el tema de las adopciones desde muy distintos enfoques, pero siempre con la polémica rondando un tema controvertido en si mismo. Diego Lerman es un cineasta con una trayetoria consolidada, y que en Donostia obtuvo con este su quinto largometraje el premio al Mejor Guion. Junto a su anterior “Refugiado” (2014) forma un díptico sobre la institución familiar, y que en su nueva propuesta incide en la situación social que se vive en su país, donde las diferencias de clase entre el medio rural y el urbano acentúan el problema. Por más que las autoridades argentinas afirmen que el sistema de adopciones legales está saneado, Diego Lerman pudo comprobar en sus investigaciones para documentarse que las ilegalidades están a la orden del día en cuanto uno se pierde por el interior.

La protagonista es una joven bonaerense, interpretada por la actriz Bárbara Lennie que es hija de argentinos, la cual viaja a Misiones para hacerse cargo de un bebé recién nacido, al que su madre campesina ha renunciado voluntariamente por ser una boca más que alimentar. Sin embargo, una vez allí se encuentra con que la buena mujer sufre presiones de las mafias locales para obtener a cambio una fuerte suma de dinero en negro. A pesar de dichos manejos la forastera insiste en adoptar a cualquier precio, algo en lo que su pareja no parece estar tan convencido.

Tal vez la insistencia de la protagonista en cometer una ilegalidad con tal de consumar la subrogación del bebé no la deja muy bien parada, ya que delinquen por igual tanto el que vende como el que compra mercancía humana, si bien hay muchas atenuantes a considerar, como el hecho de que en Argentina el aborto sea ilegal y haya muchos nacimientos no deseados que disparan la compraventa, aparte de que se da una clara explotación del sentimiento materno.