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IKUSMIRA

Sexo, droga y rock&roll


Esta semana una compañera de trabajo me dio la idea para esta columna. Ella no suele acostumbrar a escribir aquí, así que trasladaré una opinión suya que yo también comparto. Resulta que una ‘colega’ suya se encontraba de comida o cena con la familia cuando soltó la bomba que lleva dentro –de su barriga, para ser más exactos, al estar embarazada–. Fue entonces cuando, entre alegría y jarana, alguien soltó aquella pregunta muchas veces tan indiscreta de «¿y cómo ha sido?».

Situándonos en este caso en concreto, la amiga de mi compañera va a tener un niño o niña con su pareja, que también es mujer. Evidentemente hay gente más abierta que otra, que no tiene pudor alguno en revelar todos los detalles, pero cada vez que alguien espera descendientes, ¿se le pregunta acaso a ver cuántas veces ha hecho el amor o cuántos intentos ha necesitado para poder quedarse embarazada o en qué lugar ha podido ocurrir la gestación? A mí, al menos, no me pasó cuando mi pareja se quedó embarazada y lo anunciamos.

Hoy en día creo que esa pregunta del «¿cómo ha sido?» sobra. Si estuviésemos en la época de Jesucristo podríamos pensar que se trata de la intervención directa del Espíritu Santo. Y si encima llega a ser Superstar, igual podría ser debido a los estupefacientes –ya se sabe aquello de sexo, droga y rock&roll–.

En definitiva, que estamos en pleno siglo XXI, por si muchos aún no se han dado cuenta, aunque parezca faltar naturalidad para estos temas.

Y por cierto compañera (sí tú, y no tu supuesta amiga), ya que te cuesta tanto dar la gran noticia en la redacción, ¡zorionak por tu embarazo!