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JO PUNTUA

Revalorizaciones


El Gobierno español del PP saca pecho vendiendo el humo de que revaloriza las pensiones cada ejercicio. Nada menos que un 0,25%. Y se lo dicen a los pensionistas mandándoles una carta que cuesta más que la subida, que apenas llega para una barra de pan. En realidad son desvalorizaciones, porque las pensiones van perdiendo poder adquisitivo año tras año, pero dicen que no llega para más.

Con la excusa de equiparar los sueldos de policías y guardias civiles a los de los mossos, han llegado a un acuerdo que supone mas de 700 euros mensuales de incremento. Digo yo que no gasta lo mismo un picolo que vive en una casa cuartel en Soria que un mosso que lo hace en un piso de alquiler en Barcelona, sin contar que estos no cuentan con las prerrogativas de los primeros de jubilarse muy anticipadamente y cobrar la pensión y el salario de otro trabajo, o sea que de equiparar nada. Eso sí que es una revalorización, y para pagar esta, si les llega.

Hay cosas que se revalorizan como consecuencia de actuaciones represivas del Estado o del poder judicial, que cada vez se solapan mas. Por ejemplo, el libro “Fariña” secuestrado, cautelarmente, a los tres años de su publicación a petición de un alcalde del PP que se considera difamado por su contenido. Antes no lo compraba casi nadie, y ahora se vende como rosquillas y a precios de estraperlo. Un acierto del despechado alcalde.

Por muy obra de arte que sea, un conjunto de 24 fotos pixeladas no hubiera alcanzado gran valor en el mercado si no fuera porque su autor la tituló “Presos políticos” y fue retirada por la censura disfrazada de lagarterana. Llama la atención que aunque entre las fotos se reconoce a varios presos políticos vascos, su presencia se haya silenciado. Ahora el papel de malos contaminadores se lo adjudican a los independentistas catalanes.

Gracias al secuestro, la obra se ha revalorizado en un doble sentido: el precio que se ha pagado por ella, 80.000 euros. y que ahora se la disputan para exponerla en diferentes galerías. Todo un acierto de los censores.