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BALONMANO

La Catedral deberá anotar los cinco goles que hacen falta

Se espera un gran ambiente en el pabellón para ayudar a la remontada local.


Anaitasuna confía en que el factor cancha resulte decisivo para enjugar la renta negativa de cuatro goles que se trajo de Cuenca y pasar así a la final four copera. Los de Juanto Apezetxea se miden a un rival –La Catedral, 20.00, arbitraje de Rosendo y Rodríguez– que ya demostró en la ida lo complicado que puede ser por su férrea defensa, aunque el mayor problema de los locales está en ellos mismos, por el cansancio acumulado para encarar tanta competición.

Con el apoyo de su público, los blanquiverdes tendrán que abstraerse de esa fatiga, estar muy centrados y, sobre todo, ser efectivos en todas las facetas del juego, si quieren materializar la diferencia de cinco dianas que necesitarán, dado el reducido resultado de la ida (26-22). «Será difícil ganar, pero tendremos nuestro momento. Cinco goles son muchos, porque metimos pocos en Cuenca, aunque lo vamos a pelear y queremos estar en todas las competiciones», señaló el técnico de Oieregi.

Además de las ya citadas condiciones del adversario en el apartado defensivo, Apezetxea también destacó del Cuenca el lanzamiento exterior de sus dos jugadores brasileños, por lo que el reto que encara su equipo para estar en la fase decisiva es «complicadísimo», ya que los suyos llegan «muy justos físicamente», pero «nos hace mucha ilusión estar en Madrid».

Como no podía ser de otra manera, en el otro lado de la balanza tampoco tienen nada claro que los cuatro goles que obtuvieron como renta en El Sargal vaya a ser un capital suficiente como para lograr el pase. El preparador del Cuenca, Lidio Jiménez, señaló que «no voy a descubrir las cualidades del Anaitasuna porque todos las conocemos. Lo que sí tengo claro es que, si vamos a defender la renta de cuatro goles, perderemos de diez y, por eso, nuestra única posibilidad de superar la eliminatoria es la de ir a buscar la victoria».

Incidentes en la ida

El partido viene precedido por la polémica de la ida, donde tanto plantilla como cuerpo técnico navarros denunciaron los graves insultos y escupitajos que recibieron desde la grada. Para rebajar el nivel de tensión, Apezetxea ya anunció públicamente que era un capítulo pasado y pidió a la afición de La Catedral no tratar con la misma moneda a la expedición del Cuenca, animando de manera cívica a los suyos.

Consciente de la situación, el técnico rival, Lidio Jiménez, también restó importancia al ambiente que se vayan a encontrar en el pabellón iruindarra y lo transformó en motivación. «El jugador siempre se motiva más cuando hay respuesta en la grada, que en los partidos fríos, con poco público. Me preocupa más que estamos notando el jugar cada tres días», apuntó.