2018 MAI. 22 EL BILINGüISMO COMO POSIBLE REMEDIO PARA EL ALZHEIMER El Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) prepara una ambiciosa investigación para demostrar si el dominio de dos idiomas puede retrasar el Alzheimer. La principal novedad será el electroencefalograma que les realizarán a los participantes. Maider IANTZI El Alzheimer es uno de los grandes desconocidos para la medicina. En nuestro entorno lo padecen entre el 5 y el 15% de las personas mayores de 65 años. Aparte de no tener cura, la tasa de éxito de los ensayos farmacológicos está entre las más bajas. Por este motivo, el BCBL estudiará el bilingüismo como posible remedio contra esta enfermedad. Jesús Cespón, investigador gallego del centro donostiarra, explica a GARA que esta hipótesis parte de los resultados de varias investigaciones que encontraron un mejor funcionamiento en algunas funciones cognitivas, tanto en niñas y niños bilingües en comparación con las monolingües como en ancianas bilingües en comparación con las monolingües. «Si los ancianos bilingües funcionan mejor que los monolingües tal vez sea por haber utilizado dos lenguas a lo largo de toda la vida. El hecho de que funcionen mejor añadiría reserva cognitiva a nivel funcional del cerebro. Funcionaría mejor aún con una idéntica estructura, ya que se optimiza lo que hay», indica Cespón. La relación con el Alzheimer tiene que ver con esa capacidad del bilingüismo de optimizar la estructura cerebral que la persona tiene, lo que se llama compensación. «Está bien establecido que tener un nivel cultural alto o ciertas actividades cognitivas, incluso el ejercicio físico, refuerzan esos mecanismos de compensación. En este estudio lo que tratamos de valorar es si el bilingüismo, por ser una forma de entrenamiento cognitivo más o porque las personas bilingües deben estar utilizando dos formas de lenguaje distintos, actúa como una forma de compensación a nivel cerebral». Se buscan 120 voluntarias Los mecanismos de compensación son una serie de estrategias, de cambios fisiológicos que el cerebro implementa a medida que envejece para mantener un funcionamiento adecuado a pesar de que sufre varios procesos, como por ejemplo atrofia, pérdida de neuronas en algunas regiones. La compensación se manifiesta mediante un cambio que refuerza la conexión entre áreas y de esta forma se consigue funcionar todavía a un nivel adecuado. Las personas que participarán en este estudio realizarán dos tareas con estimulación visual delante de un ordenador. Serán ejercicios muy simples como responder a un estímulo visual, por ejemplo un color o una forma. Las personas tienen que ser lo más rápidas y precisas posibles. «Durante la ejecución de esas tareas la actividad cerebral será registrada mediante un electroencefalograma que nos dará información sobre la actividad neuronal que está teniendo lugar. Esto es interesante porque hasta ahora la mayor parte de los estudios son simplemente conductuales, se analizan variables de tiempo de reacción, de porcentaje de errores. Hay algún estudio con resonancia magnética, alguno también con electroencefalograma, pero muy pocos. La principal novedad de este estudio sería esa». El centro donostiarra acaba de poner en marcha un proceso de reclutamiento de 120 personas voluntarias de entre 65 y 80 años y con unas determinadas características. La investigación se centrará sobre cuatro grupos iguales, dos de ellos monolingües con alta y baja “reserva cognitiva” (factor que se refiere a experiencias como el nivel de estudios, socioeconómico y perfil laboral) y otros dos, bilingües, también con ambos tipos de reserva cognitiva. «Los monolingües que buscamos son personas que solo hablen castellano, ya que son más fáciles de conseguir que las personas que solo hablen euskara. Los bilingües que buscamos son los que hablan ambos idiomas». El investigador apunta que los voluntarios en estas investigaciones, que son las que «poco a poco van llevando la ciencia hacia delante», siempre son escasos. «Les diría que es un tiempo bien invertido. Es un día de dos horas y media-tres horas y nada más». Los experimentos con los voluntarios tendrán lugar entre junio y diciembre. Los primeros resultados los esperan para finales de 2019 y principios de 2020. Las interesadas pueden ponerse en contacto con el centro mediante la dirección participa@bcbl.eu o llamando al teléfono 943 30 93 00.