Goteo

Cada vez que un grifo gotea de manera imposible de restaurar por mis recursos, comprendo la neurosis depresiva como una protección de la realidad. He decidido escribir estas líneas antes de saber los nombramientos de tres ministerios cruciales para mi equilibrio: Interior, Justicia y Cultura. Pero de los ya conocidos hay varios gestos que me comprimen el flujo salivar sin más opción que el carraspeo. Parece que van a haber más mujeres que hombres en carteras y con carteras de gran importancia.

En Economía va Nadia Calviño, que además de su importante currículum profesional, abandonando un alto cargo en Europa, resulta ser la hija de José María Calviño, que fue director general de RTVE en la legislatura felipista. Mirado con perspectiva, en esa etapa se produjeron bastantes cambios estructurales en el ente, la mayoría de ellos para mejorarlas. Hoy, aquella gestión merecería medallas de toda índole, debido a la cabezonería de los irresponsables incendiarios de la actual TVE. Viví en directo cómo en la primera estatal estaban hablando de algo en una tertulia de mujeres y tuvo que ser Isabel Sansebastián la que anunciara que había dimitido M. Rajoy. La única cadena generalista que no estaba dando la noticia del día en directo.

Son tan cafres que embadurnaron con sus mierdas obsesivas la noticia de toma de posesión de Pedro Sánchez, dejando únicamente a Nicolás Maduro como el dirigente internacional que le felicitaba. Una manipulación de estilo casposo. No atendí para ver cómo trataron la aparición del vampiro Aznar para reclamar un nuevo centro-derecha, cohesionado por él, un ultra derechista, militarista, infecto de corrupción hasta las enaguas del vestido de boda de su hija. Sigue provocándome sarpullido este hombrecito tan soberbio y cínico. Como un goteo nocturno del lavabo del vecino.