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TENIS

Anderson espera agotado en la final a Nadal o a Djokovic

El tenista sudafricano necesitó más de seis horas y media para derrotar al estadounidense John Isner, más acostumbrado a partidos maratonianos.


El surafricano Kevin Anderson derrotó en un agónico partido al estadounidense John Isner, por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4 y 26-24 en seis horas y 36 minutos para alcanzar la final de Wimbledon por primera vez, la segunda del Grand Slam en su carrera. Fue el segundo partido más largo en la historia de Wimbledon, y la semifinal más larga de la historia del Grand Slam, y en ella, Anderson, de 32 años y 58 días, octavo del mundo, finalista del Abierto de EE.UU. el año pasado y verdugo del suizo Roger Federer en cuartos esta semana, fue el más fuerte.

El de Johannesburgo se enfrentará mañana en la final del All England Club al ganador del duelo entre el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, que comenzaron su semifinal pasadas las 21:00 horas, ya con luz artificial y con techo cubierto. Este partido se tuvo que detener a las 23:00 porque, por un acuerdo con los vecinos de la zona, no se puede jugar después de esa hora para no molestarles.

Anderson se convirtió así en el primer surafricano en alcanzar la final de Wimbledon desde Brian Norton en 1921. Kevin Curren, nacido en Durban, disputó la de 1985 contra el alemán Boris Becker, pero dos años antes había cambiado a estadounidense. Isner eera reconocido como el jugador que junto con el francés Nicolas Mahut protagonizaron en Wimbledon 2010 el partido más largo de la historia (6-4, 3-6, 6-7 (7), 7-6 (3) y 70-68) en número de juegos, 183, y tiempo: 11 horas y 5 minutos.

El recuerdo de Court

Hay muchas diferencias entre la estadounidense Serena Williams y la australiana Margaret Court, pero, ahora mismo, solo la alemana Angelique Kerber impide que las dos figuras se pongan a la misma altura.

Kerber, en la final de hoy, es el último obstáculo para que la americana iguale los 24 Grand Slams de Court, un sendero que comenzó en Nueva York en 1999 y que puede llegar a su meta con una Serena de 36 años, madre de una hija y posible campeona en Wimbledon, que ya le ha visto ganar en siete ocasiones. Desde la primera vez que levantó un Grande en las pistas neoyorquinas de Flushing Meadows hace 19 años, suma además 5 US Open, 7 Abiertos de Australia, 3 Roland Garros.

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